El evento, organizado por Alimarket y celebrado en IFEMA, ha servido para que el sector reflexione sobre lo vivido durante este año de pandemia y los retos futuros
El grupo Amavir ha participado en la segunda edición del Congreso Dependencia y Sanidad, organizado por Alimarket y celebrado en IFEMA desde el lunes 22 hasta hoy día 24 de marzo. Este evento, considerado ya un encuentro de referencia de todo el sector de atención a la dependencia, ha tenido este año el lema «Construyendo juntos un nuevo futuro» y su objetivo principal ha sido pasar revista a los principales retos del sector tras la crisis provocada por el coronavirus.
Entre los ponentes, ha estado presente la directora general de Amavir, Lourdes Rivera, que ha participado en la mesa redonda “Directivas del sector geriátrico”, en la que se han tratado temas como la evolución del sector, el daño reputacional sufrido por las residencias en el último año y los planes de igualdad y conciliación de las empresas en esta área.
Todos los ponentes han coincidido en que el sector sociosanitario se encuentra en un punto de inflexión. La pandemia ha supuesto un freno a la actividad y las residencias de mayores han sido uno los lugares más castigados. “Sin embargo, creo que la recuperación en nuestro sector va a ser más rápida que en otros. La vacunación ha contribuido a hacer de las residencias lugares seguros. A esto se une que la necesidad de recurrir a nuestros servicios sigue estando ahí, porque sigue habiendo muchas personas dependientes que necesitan de cuidados especializados que es muy difícil que puedan recibir en sus hogares”, ha afirmado Lourdes Rivera.
Recuperar la reputación, un objetivo principal
El daño reputacional que han sufrido las residencias en el último año es uno de los aspectos más importantes a los que se debe hacer frente en este momento. Al respecto, Rivera ha señalado que se empezar haciendo un ejercicio de autocrítica. “Antes de la pandemia no habíamos conseguido generar una imagen positiva, lo que nos ha penalizado ahora”.
Aún así, ha reconocido que durante los primeros meses de la pandemia la comunicación no fue fácil, porque las residencias fueron el blanco fácil y los medios solo se quedaban en las noticias negativas, en los muertos, sin hablar del abandono al que estaban sometidos los centros y la falta de coordinación sociosanitaria. “Creo también, en cualquier caso, que al sector le ha faltado un plus de transparencia en esta situación, no solo con los medios, también con nuestros públicos internos, principalmente nuestras familias. Toda nuestra atención estaba centrada en el día a día, en salvar al vida de nuestros mayores y, como sector, no hicimos ese esfuerzo adicional. Y eso es algo de lo que tenemos que aprender”, ha apuntado la directora general.
Según su opinión, el futuro del sector pasa por la unidad frente a los desafíos comunes, como la recuperación de la confianza y la reivindicación del trabajo realizado; formalizar un acercamiento mayor a los medios de comunicación para que conozcan mejor nuestra actividad, al igual que con los políticos, que siguen siendo muy desconocedores de las labores que se realizan en los centros.
La conciliación, un reto para el sector
En el sector sociosanitario el tema de la conciliación es una prioridad. Aunque es una cuestión que ataña a todos, los datos reflejan que sigue siendo algo que afecta más a las mujeres y las empresas de este sector tienen plantillas muy feminizadas. “Casi todas las empresas hemos puesto en marcha planes de igualdad en los que tratamos de ir impulsando esta conciliación, dentro de las especiales características de nuestra actividad”, señala Rivera, aunque “la realidad es que no hay aún una apuesta decidida por parte de las administraciones públicas en esta materia y vemos muchas veces que la adopción de este tipo de medidas están recayendo sobre las empresas sin ningún tipo de ayuda pública”.
El Plan de Igualdad de Amavir recoge cuestiones como el desarrollo de jornadas que faciliten la conciliación; política de excedencias y de reducción de jornada; acumular periodos de lactancia a vacaciones y baja maternal; impulso de las contrataciones para sustituciones de bajas por maternidad o paternidad y excedencias relacionadas con la maternidad o el cuidado de familiares.
“También estamos desarrollando protocolos y actuaciones para prevenir situaciones de acoso y todas las empresas nos estamos comprometiendo en la lucha contra la violencia de género y en la empleabilidad de las mujeres que sufren esta lacra social”.