Las personas mayores dependientes requieren una atención especial para sobrellevar sus enfermedades. Sus dolencias diarias hacen que la figura del cuidador sea fundamental para aportarles la ayuda que necesitan. En sus día a día, el cuidador les proporciona una dedicación personalizada, es capaz de ponerse en su piel y vela por su bienestar físico y emocional. En definitiva, conoce las implicaciones y sabe cómo cuidar a una persona mayor dependiente.
No obstante, dada la elevada implicación en el proceso de cuidados, en muchas ocasiones puede producirse una sobrecarga en los cuidadores. Los continuos reclamos, la insistencia, incluso a veces los episodios un tanto agresivos, pueden llegar a ser recurrentes. Estas demandas excesivas se producen, en principio, de forma tan gradual que los cuidadores apenas llegan a percibirlo. Pero con el paso del tiempo, el estrés y la ansiedad se intensifican y, en consecuencia, puede aparecer el síndrome del cuidador quemado o burnout del cuidador.
Este desgaste psicológico y emocional puede impactar en determinados aspectos de la vida cotidiana del cuidador. Por ello, es esencial poner en marcha algunas pautas que contribuyan de forma adecuada a limitar los estragos originados por la asistencia a personas dependientes mayores.
Cómo cuidar a una persona mayor dependiente, pasos a seguir
Para aligerar la responsabilidad de los cuidadores, se pueden tener en cuenta los siguientes tips o consejos prácticos sobre cómo cuidar a una persona mayor dependiente o con algún problema de salud.
Establecer una rutina
En primer lugar, el cuidador debe conocer las principales causas de la dependencia en las personas mayores. A partir de aquí, elaborar un plan de acciones que contenga una rutina diaria es esencial tanto para el propio cuidador como para la persona mayor dependiente.
De esta forma, los cuidadores que ayudan a una persona mayor en casa verán cómo disminuyen los riesgos del estrés y la ansiedad con la programación de actividades cotidianas. Entre estas actividades se pueden incluir ejercicios con los que mantenerse física o cognitivamente activos o la elaboración de menús saludables que incorporen una dieta equilibrada.
Implantar un plan de seguridad
Un mayor dependiente o con algún problema de salud requiere de una atención integral para evitar determinados factores de riesgo. Para ello, lo más apropiado es establecer un plan de seguridad en el que se recojan los puntos o directrices que ayuden a estar prevenidos ante posibles peligros. Así, si la persona mayor se encuentra en casa, lo ideal es revisar el entorno y retirar aquellos obstáculos que puedan entorpecer su movilidad, provocarle alguna caída o producir un accidente inesperado.
Llevar un registro de los medicamentos
Por norma general, un adulto mayor con una dolencia diagnosticada tiene pautado la administración de una medicación diaria. Para garantizar la toma de sus medicinas y hacer que se sienta seguro, es fundamental elaborar un registro de los medicamentos. De esta forma, se aporta mayor tranquilidad en su entorno familiar y se asegura un seguimiento correcto de las medicinas prescritas.
No aislar a la persona mayor
Otro elemento clave para cuidar a una persona mayor dependiente es evitar que se quede solo. En todo momento, el cuidador debe velar porque se encuentre acompañado y permanezca en casa para prevenir que pueda salir y perderse por el barrio. Es esencial que, además, el mayor se encuentre identificado para poder recurrir a los familiares en cualquier caso.
Ser asertivos y tener paciencia
La asertividad es un elemento que contribuye de forma significativa a aliviar el desgaste emocional y a potenciar las habilidades comunicativas con la persona mayor. Lo ideal es tener la capacidad de comunicarse de forma agradable, sin agresividad, y evitando las preguntas autoritarias.
Otro aspecto relevante para el cuidador es cultivar la paciencia y solicitar ayuda a un familiar cuando sea necesario. Para descargar de estrés al cuidador, es fundamental que pueda contar con tiempo libre para descansar y relajarse. Si finalmente ha decidido solicitar ayuda en el cuidado del mayor, se recomienda realizar una verbalización directa y precisa y consultarlo de forma amable y cortés, sin que resulte un compromiso.
Un equipo de profesionales cualificados para los cuidados del mayor dependiente
Para cuidar a una persona es esencial contar con un equipo de profesionales cualificados que sepan cómo actuar ante los diferentes grados de dependencia. Las residencias de ancianos y centros de día para personas mayores dependientes de Amavir, cuentan con especialistas dedicados a la atención de adultos mayores que conocen cómo mantenerles activos y contribuyen a minimizar el impacto de sus dolencias con una estancia agradable.
Las residencias para personas mayores dependientes ofrecen a sus residentes la posibilidad de socializar y compartir experiencias con otras personas mayores que se encuentran en una situación similar, algo que finalmente redunda en su bienestar social y favorece su estado de salud.