Cada día se diagnostican miles de nuevos enfermos de Alzheimer en el mundo. En España, se estima que hay 1,2 millones de personas con enfermedad de Alzheimer, según datos de la Confederación Española de Alzheimer y otras demencias (CEAFA). Esta cifra ha ido creciendo gradualmente con los últimos años y las previsiones de los poderes públicos y los expertos sanitarios son que pueda llegar a duplicarse en los próximos 20 años, debido al envejecimiento poblacional y al hecho de no contar aún con un tratamiento definitivo contra la enfermedad.
Ante esta alta incidencia, cada vez son más demandados los centros de día con servicios de atención específica y de apoyo a personas con Alzheimer y a sus familiares, quienes desempeñan un papel fundamental en sus cuidados. En este artículo abordaremos las características de los centros de día que ofrecen estos servicios, las actividades recomendadas para los enfermos de Alzheimer usuarios de estos recursos y conoceremos de primera mano algunos testimonios directos de familiares y profesionales de centros de día.
¿Qué es el Alzheimer?
Al hablar del Alzheimer, hay que hacer hincapié en que se trata de una enfermedad que va mucho más allá de la pérdida de memoria. El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que provoca un deterioro de las capacidades cognitivas, afectando principalmente a la memoria, pero también a otras áreas fundamentales como el lenguaje, la conducta y las funciones ejecutivas del individuo, entre otros trastornos. Es reconocida como la demencia más común en las personas mayores.
Aunque se desconocen los elementos que conducen a esta afección, en su aparición pueden incidir determinados patrones genéticos y otras dolencias como trastornos del sueño o depresión, que se enmarcarían en fases incipientes del propio Alzheimer.
Asimismo, hay que tener en cuenta que no solo los enfermos de Alzheimer sufren las consecuencias de sus devastadores síntomas. Para acompañarlos en este proceso y garantizar una atención plena y cualificada, los centros de día para personas con Alzheimer se han erigido como un recurso indispensable para los pacientes y sus familias.
Cómo cuidar de las personas con Alzheimer
Tras el diagnóstico, es importante tener presente que el alzhéimer afecta tanto al paciente como al cuidador familiar; el cuidador familiar es también recipiente de las consecuencias de la enfermedad y, por lo tanto, debe ser objeto de atención preferente en las políticas de protección que de manera específica han de dictarse para afrontar este problema social y sanitario.
El cuidado de las personas con alzhéimer abarca todas las áreas de la vida: salud, afectiva, social, ocupacional y espiritual. Su bienestar depende en gran medida de la calidad de atención que preste el cuidador familiar, por ello, éste debe ser incluido en el proceso de tratamiento del paciente y ello, además, como derecho propio de recibir atención y cuidado a sus propias dolencias y preocupaciones.
Por otra parte, los centros de día para personas mayores con Alzheimer representan un recurso social y una opción adecuada para procurar un aumento de la calidad de vida tanto de los mayores dependientes como de su núcleo familiar, particularmente, de las personas cuidadoras.
Centros Amavir para personas con Alzheimer
De este modo, cada vez son más las familias que confían en los profesionales de las residencias y centros de día para personas con Alzheimer de Amavir.
En la atención diaria a este tipo de pacientes, es primordial contar con equipos cualificados que ofrezcan una asistencia individualizada de calidad para abordar de forma integral todos los componentes y aspectos físicos y cognitivos que abarca esta dolencia.
Desde los módulos de convivencia reducidos de Amavir se ofrece un abordaje global que da respuesta a las necesidades médicas, psicológicas, emocionales, funcionales y sociales de las personas con Alzheimer. “Las unidades de convivencia permiten un trabajo mucho más personalizado. Hay una pequeña cantidad de residentes con su propia unidad vital, en la que el personal mantiene un contacto directo con los residentes e intentan conocerlos cada día un poquito más, para dar respuesta a sus necesidades”, señala Sara González, jefe médico de las Residencias Amavir.
Terapias para personas con Alzheimer
A pesar del avance de los tratamientos y de la investigación científica, muy pocos fármacos consiguen alcanzar su meta en la lucha contra el Alzheimer. No obstante, en los últimos años se ha avanzado mucho en las terapias no farmacológicas, “terapias que son decisivas para estos pacientes”, según indica la psicóloga Pilar, de Amavir El Encinar del Rey.
De este modo, además de administrar de forma precisa la medicación pautada por el médico, los equipos ponen en marcha un conjunto de terapias para personas con Alzheimer que son de gran utilidad en su día a día. Entre estos tratamientos podemos encontrar:
- La musicoterapia. Las bandas sonoras tienen un efecto estimulante que resulta imprescindible para la mejora de los pacientes. “La musicoterapia es idónea porque todos tenemos una banda sonora en nuestras vidas”, recalca González.
- Las terapias con animales. También tienen un efecto positivo y un impacto significativo y sanador, especialmente las terapias con perros, al generar un gran vínculo afectivo que beneficia la salud emocional del residente.
- Las nuevas tecnologías. La irrupción y el desarrollo de las nuevas tecnologías también supone un importante empujón en la estimulación sensorial y en la interrelación con dichos dispositivos y con otras personas de su entorno.
Acompañamiento a familiares
Los familiares que se embarcan en la labor de los cuidados de sus allegados asumen una gran responsabilidad que afectará a toda su vida cotidiana. Por ello, el acompañamiento a los familiares debe ser continuo e integral desde el momento del ingreso.
Los profesionales expertos en cómo cuidar a personas mayores con Alzheimer están acreditados para atender las necesidades sanitarias de los enfermos con esta dolencia. Asimismo, dan cobertura de forma óptima a su grado de dependencia y a otras fisiopatologías que puedan agravar su desarrollo funcional.
“Desde el diagnóstico del Alzheimer, la calidad de vida de mi madre en la residencia ha conseguido mejorar considerablemente. Recibe todo tipo de cuidados y está atendida las 24 horas del día, y eso me genera mucha tranquilidad. Además, las terapias con animales y las sesiones de musicoterapia le alegran mucho, y eso lo noto cada vez que voy a verla todas las semanas”, destaca un familiar de un residente de Amavir.
Actividades para personas mayores con Alzheimer
En el transcurso de la patología, mantenerse activos es muy recomendable para frenar el progreso de la enfermedad de Alzheimer en las personas mayores. Realizar talleres o actividades para personas con demencia es una opción muy positiva, ya que contribuye a mejorar su calidad de vida y les refuerza en su bienestar. Así, se pueden llevar a cabo todo tipo de actividades lúdicas y de ocio, como, por ejemplo:
- Manualidades.
- Participación en gymkhanas (yincanas) y juegos.
- Lectura, visionado de películas y otros productos audiovisuales.
Estas acciones forman parte del proyecto asistencial de los centros de día de Amavir para personas con Alzheimer.