“Yo salía a la calle a jugar con los niños, pero yo no podía saltar ni correr como ellos”. Con una inmensa fortaleza, Dolores Marín, de 71 años y residente de la residencia Amavir Las Hazas en Hellín, comienza a retratar cómo sufrió la polio desde que tenía 5 años. Al tener una movilidad reducida fruto de esa enfermedad, explica cómo su infancia fue distinta a la de los demás; sin embargo, esto no supuso obstáculo alguno para que conociese a un chico y se enamorara de él: “Enseguida nos gustamos, y enseguida se me declaró. Me dijo que, como ya éramos mayores, cuando quisiera nos podíamos casar”.
Por ello, con la seguridad propia de quien sabe que ha encontrado a su mitad, a los 8 meses se casó con él. Tras cuatro meses intentando cumplir su sueño de ser madre, Diana consiguió finalmente quedarse embarazada, hecho que vivieron con una infinita ilusión, aunque a los 7 meses tuvieron que afrontar un dolor incomparable a cualquier otro: “Cuando estaba de 7 meses y medio fui al médico porque me tocaba revisión, y me dijo que no lo sentía. Que el feto estaba muerto. Después, cuando ya pasó un poco de tiempo intentamos tener más, pero ya no pudimos”.
A pesar de este contratiempo en sus vidas, el amor que sentían el uno por el otro no se debilitó en ningún momento y Dolores explica con ternura y con un brillo indiscutible en los ojos que su marido y ella fueron plenamente felices y que él siempre estuvo a su lado. No obstante, el tiempo siguió transcurriendo y le tocó vivir una gran tragedia: “Mi marido fue a por unos albaricoques para que yo también merendara, y cuando se comió uno, le dio un mareo y se cayó al suelo, y le dio el trombo en la cabeza”. Cuando esto ocurrió, los médicos le dijeron que no podrían operar a su marido y que iría a peor, cumpliendo sus pronósticos, ya que al principio andaba un poco y hablaba, pero después perdió el habla… y al año, falleció».
Aunque perdió a su compañero de vida y tuvo que lidiar con una pérdida insustituible, Diana nunca dejó de luchar por ser feliz, y afirma con una envidiable entereza: “A pesar de las dificultades que siempre he tenido, he procurado seguir adelante. Hay que tratar de superarse. Si a alguien le pasa que sea fuerte y se supere. Es mejor ser feliz que triste ¿no?”.
Enseñanzas de vida
#ElijoNoCaer es el nuevo vídeo de #LaExperienciaEsUnGrado, un proyecto lanzado por Amavir que ensalza la experiencia de nuestros mayores y sus lecciones de vida. A través del canal de Youtube del Grupo de Residencias Amavir, los residentes y usuarios de los Centros de Día cuentan sus vivencias y experiencias en la vida. En las redes sociales de Amavir, los seguidores podrán compartir sus experiencias personales o de amigos y familiares a través del hashtag del video, en esta ocasión ##ElijoNoCaer.