“Una mañana llamaron a la puerta de mi casa y era una señora preguntando si había gente para donar sangre”. Con un brillo característico en los ojos comienza su relato Juana Fajardo, de 70 años y residente de la residencia Amavir Las Hazas, en Hellín (Albacete), destacando desde un primer momento que se considera murciana al haber vivido muchos años en El Palmar, un pueblo de Murcia. Cuando Juana le preguntó a esa mujer qué pasaba, esta le dijo que tenía un familiar enfermo en el hospital y que le hacía falta sangre. Mostrando su cooperación desde un primer momento, ella le respondió: “Pues mire, yo soy 0 positivo, si quiere usted, pues puedo ir, y me dijo que sí porque esa era la sangre que necesitaban, y entonces me fui con ella”. Desde ese momento algo en Juana cambió al darse cuenta de la importancia de donar sangre y cuánto lo necesitan algunas personas: “Desde ese día que fui al hospital a dar la sangre, me hice donante de sangre, hasta los 50 años o por ahí que me salió tensión y ya me dijeron que no podía dar”. Además, con cariño y ternura recalcando que el hecho de donar en su familia es algo natural al ser algo que llevan viendo desde siempre, por lo que continua diciendo confiada que espera que se siga haciendo durante más tiempo: “Ahora tengo a mi hija, también ya muchos años donante, a mi yerno y mi nieto que yo creo que el día de mañana también lo va a ser; porque a donde van sus padre a donar sangre, él se va con sus padres, lo esta viendo desde pequeño”.
No obstante, el hecho imborrable que llevó a Juana a cuestionarse si podría ayudar a los demás de alguna forma, verdaderamente, fue algo tan duro como la muerte de su hermano: “Mi hermano fue a hacerse una revisión medica y le diagnosticaron cáncer terminal, y le dijeron que como mucho 3 meses iba a durar. Se lo diagnosticaron un 15 de enero hace ahora 12 años y el 15 de abril murió… 3 meses justos, y pasó mucho, mucho…”.
A raíz de sufrir de primera mano el dolor que solo una enfermedad como el cáncer da cuando embiste en tu vida o en la de tus seres queridos, comenzó a pensar que si existiese algo con lo que pudiese ayudar a su hermano o capaz de sanar a los demás, ella lo llevaría a cabo, llegando al convencimiento absoluto de que se haría donante: “Ni tuve miedo, ni tuve dudas, ni tuve nada. Nada más que pensé: eso lo tengo que hacer así. Y así lo hice”. La convicción a la que llegó años atrás nunca ha dejado de estar presente en su vida, al mostrarse tajante años después afirmando que ser donante es algo que le hace estar muy contenta y satisfecha. Por ello, manifiesta su empeño en seguir donando sus órganos a todo aquel que les haga falta, nombrando en este punto una vez más orgullosa y con una ilusión incuestionable su amor incondicional por Murcia: ”Lo que no sirva se lo voy a dar a la Universidad de Murcia, para que investiguen conmigo; me considero murciana, por eso los dono a Murcia, porque los quiero muchísimo”. Tras volver a mostrar ese apego insustituible que solo puedes llegar a sentir por una única ciudad en tu vida, zanja su relato diciendo: “Donar es vida. Es que no puedo decir otra cosa. Para mí es vida lo que uno dona”.
Enseñanzas de vida
#RegalandoVida es el nuevo vídeo de #LaExperienciaEsUnGrado con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre, que se celebrará el próximo 14 de junio. Se trata de un proyecto lanzado por Amavir que ensalza la experiencia de nuestros mayores y sus lecciones de vida. A través del canal de Youtube del Grupo de Residencias, los residentes y usuarios de los Centros de Día cuentan sus vivencias y experiencias en la vida. En las redes sociales de Amavir, los seguidores podrán compartir sus experiencias personales o de amigos y familiares a través del hashtag del video, en esta ocasión #RegalandoVida.