El progresivo aumento de la esperanza de vida de la sociedad es un factor determinante a la hora de analizar la atención sociosanitaria que necesita la población a partir de ciertas etapas de la vida. Ante este incremento, es imprescindible poder ofrecer la máxima independencia y autonomía a nuestros mayores, para que su calidad de vida sea óptima.
En este objetivo influye notablemente la fisioterapia para mayores, que contribuye al bienestar corporal, a conseguir esos niveles de calidad y además ayuda a la sostenibilidad del sistema económico, social y sanitario.
¿En qué consiste la fisioterapia para personas mayores?
La fisioterapia para mayores o fisioterapia geriátrica es una especialidad que trabaja la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las patologías de las personas de edad avanzada. Esta disciplina, fundamental a la hora de tratar enfermedades derivadas del envejecimiento y de trabajar la rehabilitación de los mayores, se aplica a través de diversos tratamientos y de herramientas específicas como bandas elásticas, mancuernas o máquinas que desprenden calor, frío o ultrasonido.
Pero la fisioterapia para mayores va más allá: también permite mejorar la movilidad y prevenir caídas o accidentes que supongan serios traumatismos en la tercera edad. Las funciones preventivas y de reeducación del paciente, así como de colaboración y coordinación con su entorno más cercano, resultan fundamentales.
¿Qué tipos de fisioterapia se aplican a mayores?
La fisioterapia para personas mayores no solo está indicada para aquellas que sufran patologías, sino también como método preventivo que ayuda a mantener un buen estado de salud general.
A continuación, se presentan algunas técnicas o tratamientos empleados durante las sesiones de fisioterapia para ancianos:
- Crioterapia. Caracterizada por el uso del frío con fines terapéuticos, para situaciones tales como desinflamación o analgesia.
- Gerontogimnasia. Se trata de una tabla de ejercicios adaptada a las personas de edad avanzada, cuyo objetivo es mantener la movilidad.
- Masoterapia. En este tipo de técnica se hace uso del masaje con fines terapéuticos (artrosis, contracturas, lumbalgia, ciatalgia, etc.)
- Rehabilitación del equilibrio y propiocepción. La pérdida de equilibrio y percepción de nuestro cuerpo respecto del espacio es común en personas mayores, por ello, la fisioterapia ayuda a mantener estas dos cualidades.
- Rehabilitación neurológica. Para situaciones en las que se ha producido un ictus, accidente cardiovascular, o en mayores con Alzheimer, Parkinson, etc.
Asimismo, también existen técnicas de electroterapia y termoterapia, a través de las cuales se pretende solucionar o paliar distintos problemas de circulación o dolores musculoesqueléticos.
Del mismo modo, existen programas en centros residenciales para la recuperación del estado de salud del adulto mayor ante una caída o traumatismo importante. Así, las residencias de mayores Amavir cuentan con proyectos de estancias temporales para atender necesidades concretas en momentos determinados. Con un seguimiento individualizado y adaptado a cada persona en particular, este tipo de estancias son especialmente recomendadas para trabajar una lesión específica o recuperar la autonomía perdida tras un diagnóstico médico, por el tiempo determinado por el profesional o el que precise el individuo.
Las sesiones de fisioterapia en las personas mayores no suelen dedicarse solo al tratamiento de una dolencia o patología; dadas las características de las personas mayores, estos programas inciden en el conjunto del estado del paciente. Por eso es normal que a lo largo de un tratamiento se combinen diferentes técnicas y métodos fisioterapéuticos.
¿Cómo ayuda la fisioterapia a las personas mayores?
El propósito principal de la fisioterapia geriátrica es garantizar la autonomía de la persona mayor. En la consecución de ese fin, es conveniente destacar los múltiples beneficios que la terapia física puede aportar al paciente de avanzada edad. Podemos clasificarlos en dos tipos: físicos y psicológicos.
Beneficios de la fisioterapia en el adulto mayor
Entre los beneficios físicos de la fisioterapia se encuentran:
- Aumenta la fuerza muscular.
- Mejora el equilibrio.
- Incrementa la agilidad y el movimiento de las articulaciones.
- Reeduca la marcha.
- Favorece la coordinación y el control postural.
- Reduce las molestias y el dolor.
- Previene posibles patologías, accidentes cardiovasculares y problemas de circulación.
Por otro lado, las terapias y técnicas de fisioterapia para mayores también favorecen el estado psicológico y anímico:
- Contribuye a que la persona mayor tenga más confianza en sí misma y más energía para realizar actividades de la vida diaria.
- Combate el estrés y la ansiedad.
- Mejora la calidad del sueño.
Ejercicios de fisioterapia para personas mayores
La actividad física tiene enormes beneficios para la salud: mejora las funciones musculoesquelética, óseo-articular, cardiocirculatoria, respiratoria, endocrino, metabólica, inmunológica o la psico-neurológica. No obstante, es muy importante que se respeten los períodos de adaptación al ejercicio y cumplir con los descansos recomendados.
De este modo, se recomienda realizar actividades aeróbicas, siempre de bajo impacto, como caminar, nadar, subir escaleras, etc. También son ventajosos los entrenamientos de fuerza muscular, equilibrio y masa ósea. Al realizar este tipo de ejercicios hay que promover el fortalecimiento de la musculatura, para contribuir a recuperar la masa muscular en las personas mayores. Los entrenamientos de resistencia muscular y equilibrio son igualmente beneficiosos para la tercera edad.
Estos ejercicios pueden complementarse, siempre bajo la supervisión de un profesional o fisioterapeuta, con el empleo de estos materiales:
- Pelota de pilates. Puede mejorar la postura al tiempo que tonifica los músculos y ayuda a incrementar la fuerza y agilidad, reduciendo significativamente el riesgo de sufrir lesiones.
- Mancuernas de poco peso, para trabajar tanto la fuerza como la resistencia, contribuyendo a una mejor adaptación a las tareas del día a día, evitando caídas.
- Bandas elásticas. Se ha demostrado que el uso de bandas elásticas en personas mayores mejora su nivel de funcionalidad.
- Pedales estáticos. Mediante el uso de pedales estáticos se puede conseguir una mayor flexibilidad y coordinación, además de una mejora del sistema cardiovascular.
¿Cuándo debe ir una persona mayor a fisioterapia?
A lo largo de este artículo se ha hecho hincapié en que es altamente recomendable que todas las personas mayores acudan a sesiones de fisioterapia tanto para prevenir como para rehabilitarse de una lesión.
En este sentido, destacan las unidades especializadas de rehabilitación para personas mayores de centros de días y residencias de ancianos como espacios específicos de fisioterapia. Estas unidades cuentan con técnicas, materiales y profesionales especializados para tratar los problemas de movilidad sufridos tras una caída o lesión. El equipo multidisciplinar de estas unidades específicas, formado por fisioterapeutas, enfermeras, auxiliares y cuidadores, dedica su labor diaria a la atención, rehabilitación y recuperación de las personas que necesitan recobrar la movilidad tras un proceso traumatológico o una operación.
En definitiva, la fisioterapia ayudará a prevenir el envejecimiento prematuro de la manera más sana posible, mejorar la autonomía, prevenir caídas y mejorar el estado de salud ante patologías del individuo. Todo ello refuerza la importancia del deporte en las personas mayores y el mantenimiento de un ritmo de vida saludable, como ingredientes fundamentales para un envejecimiento activo.