Este municipio madrileño, donde se instaló en 1955 después de llegar a Madrid junto a su marido, le ha concedido a sus 90 años un reconocimiento especial por toda una vida de trabajo y de emprendimiento en la villa
Una residente de Amavir Arganzuela, Isabel Castro, de 90 años, ha recibido de manos del Ayuntamiento de El Escorial el premio “A toda una vida” como reconocimiento a sus más de 60 años en la localidad y más de tres décadas al frente de un negocio en la villa madrileña, lo que le ha convertido en una mujer de referencia en el pueblo.
Esta gallega nonagenaria, que reside en Amavir Arganzuela desde hace cuatro años, se instaló en 1955 en El Escorial junto a su marido, lugar donde nacieron sus hijos y abrió su propio negocio once años más tarde. La tienda, que en un principio era de ropa de bebés, pronto se transformó en una tienda que vendía de todo y se convirtió en un lugar habitual de reunión para las señoras de la época que acudían a comprar o a buscar un consejo.
Durante la entrega del premio, el Alcalde de El Escorial, Antonio Vicente Rubio, ha destacado “la bondad, la honestidad y la amabilidad de Isabel” cuando despachaba en su tienda. Además, como ejemplo de su “gran corazón”, el regidor ha recordado con cariño cómo “Isabel me fió el coche de bebé cuando nació mi primer hijo porque no tenía dinero”.
El acto de reconocimiento estuvo marcado además por la emoción de Isabel y su familia y por el repaso de casi un siglo de vida de película: la menor de ocho hermanos, ya su nacimiento fue especial; aunque se considera gallega, de Ferrol, nació en el Palacio de Godoy, antiguo ministerio de La Marina y actual sede del Senado. Tras vivir su infancia y parte de la guerra entre Ceuta, Tánger y Tetuán, se trasladó en 1938 a Ferrol, donde estudió y trabajó de lotera, llegando incluso a despachar décimos premiados con el Gordo.
Previo paso por Vigo tras aprobar las oposiciones para Telefónica, llegó a Madrid en 1953, donde conoció al que se se convertiría en su marido dos años después y con quien comenzó a forjarse toda una vida en El Escorial donde, con mucho esfuerzo y trabajo, se convirtió en una mujer querida y conocida por todos los escurialenses que, ahora, más de 60 años después, le conceden este premio “A toda una vida”.