Con este huerto, en el que se han plantado diez especies distintas de plantas aromáticas, se busca potenciar en los mayores la actividad física y la motricidad, la memoria, la sociabilidad y también la estimulación sensorial
La residencia para personas mayores Amavir Alcorcón, gestionada por Amavir y concertada con la Comunidad de Madrid, ha puesto en marcha un innovador taller de huerto aromático.
La iniciativa ha surgido desde Animación Sociocultural de la residencia y, en su desarrollo, se trabajará en coordinación con Terapia Ocupacional y otros departamentos para aprovechar todas las posibilidades terapéuticas que ofrece este recurso.
Todo surgió durante los paseos programados que hacen los mayores de la residencia todos los martes por parques de Alcorcón y zonas limítrofes. En esas visitas, muchos mayores se detenían ante plantas aromáticas que les evocaban recuerdos del pasado, como plantas que utilizaban como condimento en sus guisos, especies que tenían en los huertos de sus casas, plantas con propiedades curativas que tomaban como remedio natural a determinadas enfermedades o dolencias…
La residencia decició así instalar en los jardines del centro un huerto con este tipo de flores aromáticas, para lo que se han instalado unas jardineras elevadas. El primer paso ha sido ir a comprar, con los propios mayores, las plantas y semillas, elaborar y pintar ellos mismos las macetas y proceder a su plantación. Las especies elegidas han sido albahaca, manzanilla, melisa, tomillo, perejil, orégano, hierbabuena, cebollino, eneldo y cilantro. En cada macetero se han instalado también unos carteles con información suministrada por los residentes acerca de las propiedades y usos que se solía dar a cada planta.
Con esta actividad se busca conseguir diversos objetivos. En primer lugar, que los mayores realicen actividad física y de motricidad fina así como fomentar su sociabilidad. Por otro lado, trabajar su memoria, evocando recuerdos acerca de esas plantas a lo largo de su vida. y, por último, potenciar también la estimulación sensorial, especialmente el olfato.
Este huerto aromático se une al huerto terapéutico que ya tiene la residencia desde hace unos años, en la que los mayores colaboran en la plantación, cuidado y recolección de los productos.