Una de las principales deficiencias en la cobertura de los sistemas de salud mundiales es la atención dental, siendo esta muy limitada sobre todo para los adultos. Cabe destacar que, con la edad, suelen ser comunes los problemas de encías en personas mayores si no se acude con regularidad al dentista.
Según un informe de la Oficina Regional de la Organización Mundial para España, este déficit de atención dental es una de las causas de gasto sanitario catastrófico en las tres categorías relacionadas con esta cobertura: atención dental, productos sanitarios y atención ambulatoria.
De este modo, más de 300.000 hogares españoles deben hacer frente a gastos sanitarios adversos. Por ello, y aunque la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) es amplia, urge que las instituciones públicas coordinen sus actuaciones a nivel nacional, comunitario y global para ampliar las prestaciones de salud bucodental en la cartera común de servicios del SNS.
De qué manera afecta el envejecimiento a la salud dental
Los cambios producidos a causa del envejecimiento ocurren en todas las células y tejidos del organismo, y afectan a todas las partes de nuestro cuerpo, incluidos los dientes y las encías. Esta serie de cambios en dientes y encías puede favorecer la aparición de determinados problemas bucodentales que conviene identificar y en la medida de lo posible, prevenir.
Por ello, el hecho de alcanzar la tercera edad supone un aumento del riesgo de desarrollar ciertas enfermedades bucales e infecciones. Ante esto, es necesario que las personas mayores extremen la higiene bucodental y realicen visitas a dentistas y profesionales con cierta frecuencia.
Peligros de los problemas de encías
Además de la aparición de caries, la enfermedad periodontal y otras dolencias, investigaciones recientes aluden a que las afecciones en dientes y encías suponen un problema de salud que puede desempeñar un papel importante en el desarrollo de otras enfermedades, como deterioro cognitivo, enfermedades cardíacas y respiratorias, Alzheimer o cáncer, entre muchos otros.
Problemas de encías más frecuentes en mayores
De este modo, entre los problemas dentales y de encías más frecuentes en las personas mayores podemos encontrar:
- Enfermedad periodontal (gingivitis y periodontitis). La gingivitis provoca la inflamación de las encías y su sangrado. Si no se trata a tiempo, podría desembocar en una periodontitis, que a su vez puede implicar pérdida de dientes, provocada por una afección en los huesos, las encías y los ligamentos que sostienen los dientes. Ambas suelen asociarse a una higiene oral incompleta o deficiente, que genera la aparición de bacterias; aunque también pueden influir determinadas enfermedades (por ejemplo, en personas diabéticas es más frecuente este tipo de enfermedad bucodental).
- Pérdida de piezas dentales, sensibilidad dental y caries radicular. El envejecimiento puede ocasionar un retraimiento de las encías y una pérdida de hueso alveolar, lo que favorece una posible pérdida de piezas dentales. La retracción de encías hace que partes de la raíz del diente queden más expuestas lo que a su vez favorece la sensibilidad dental y la formación de caries radicular. Este tipo de caries supone una desmineralización de los dientes, debido a los ácidos que libera la actividad de la placa bacteriana.
- Candidiasis oral. Producida por un hongo (Candida albicans) que se acumula en el revestimiento de la boca. Se manifiesta con placas blancas en la lengua o en el interior de las mejillas. En personas mayores esta patología puede provocarse por un uso de prótesis dentales y una higiene bucal incorrecta. También pueden influir el síndrome de la boca seca o tomar determinados medicamentos.
- Dificultad para masticar. La pérdida de piezas dentales o las prótesis mal ajustadas pueden dificultar la masticación de algunos alimentos en el adulto mayor. La disfagia o dificultad para masticar y tragar puede manifestarse a cualquier edad, pero suele ser común en adultos mayores.
- Dientes oscurecidos. Con el paso de los años el esmalte dental se va desgastando poco a poco. Así, es frecuente que con la edad los dientes se vuelvan más translúcidos, se oscurezcan o estén más amarillentos. En este aspecto influyen de forma determinante la profundidad y el número de cepillados de dientes diario, los alimentos que tomemos y el uso de hilo dental y enjuagues bucales con frecuencia, como algunos ejemplos. Por eso es importante cepillarnos los dientes periódicamente y emplear varios minutos en esta práctica, para ayudar a eliminar cualquier resto de alimento y la creación de posibles caries.
- Xerostomía o síndrome de la boca seca. La sequedad bucal suele ser consecuencia de la toma prolongada de medicamentos. La reducción del flujo de saliva, además de la boca seca, también favorece la aparición de caries, ya que la saliva ayuda a limpiar y proteger la superficie de nuestros dientes y encías. Respecto a esto, también es fundamental llevar a cabo una buena hidratación y vigilar los posibles atragantamientos que puedan producirse en personas mayores.
Cómo proteger sus dientes y encías
Para mantener un cuidado dental adecuado y poder gozar de una buena salud bucodental y calidad de vida, los expertos recomiendan una serie de prácticas y hábitos que nos ayudarán a mantener nuestros dientes y encías más sanos y fuertes. Debemos procurar que nuestros seres queridos de avanzada edad los lleven a cabo:
- Asegurar una buena higiene oral. El cepillado dental después de cada comida resulta imprescindible e inexcusable, sobre todo antes de irnos a la cama. Para un cepillado correcto, se recomienda usar dentífrico con flúor y elegir un cepillo de dientes suave que no dañe el esmalte ni las encías. El uso de hilo dental y de colutorios o enjuagues bucales, así como el cepillado de la lengua al terminar, también son puntos clave de una limpieza completa y eficiente.
- Utilizar productos de higiene bucal. Debido a que la edad implica un factor de riesgo determinante (aunque no el único), se aconseja utilizar productos de calidad que aseguren una protección bucal completa. De este modo, las pastas dentífricas que permitan controlar la placa dental, la aparición de bacterias y que fomenten el cuidado de las encías son aconsejables. Asimismo, se recomienda utilizar un enjuague completo para dientes y encías un mínimo de dos veces al día.
- Evitar la sequedad bucal. Si la xerostomía o sequedad de la boca se debe a la toma de medicamentos, podemos recurrir a ciertos productos que ayudan a combatirla, evitando la incomodidad que puede producir en el adulto mayor, además de la importante de hidratarse frecuentemente.
- Limpiar y mantener adecuadamente la prótesis dental. El mantenimiento de la prótesis dental también es otro factor destacado en el cuidado de los dientes y las encías. Para ello, existen cepillos especiales y productos para su limpieza, que eliminan la suciedad, evitando la abrasión y el desgaste. La prótesis debe limpiarse por separado, cepillándose los dientes sin ella. También debe retirarse a la hora de dormir, para permitir que los tejidos descansen y puedan ser regenerados durante la noche. En caso de que la prótesis erosione la mucosa de las encías, se debe tener en cuenta la disposición de geles específicos para la reducción de las mismas.
- Visitar al dentista regularmente. Además de todo lo anterior, el adulto mayor debería seguir visitando con regularidad a su odontólogo. La revisión dental por parte de un profesional es una de las mejores prácticas preventivas para detectar a tiempo cualquier problema de salud. Los dentistas e higienistas dentales ayudarán con consejos sobre pautas a seguir en el mantenimiento de la higiene bucodental, en la realización de pruebas y en la prescripción de productos que colaboren con el bienestar de la persona.
Las residencias de mayores Amavir ofrecen asesoramiento gratuito en una multiplicidad de servicios para la tercera edad, como por ejemplo en servicios especializados sobre productos dentales, ópticos y audiológicos, entre otros. De este modo, gracias a los profesionales que trabajan día a día con los residentes y que los cuidan como parte integrante de su propia familia, se logra un cuidado y una integral del mayor que repercute en su bienestar y calidad de vida.
Teniendo todas las posibles enfermedades o dolencias en cuenta, y los consejos para prevenirlos, podemos concluir que una buena higiene dental puede reducir el riesgo de desarrollar una serie de problemas de salud graves. Es una tarea común fomentar las labores de detección y tratamiento a tiempo de esta serie de dolencias, así como reivindicar una cobertura sanitaria universal en la línea de la estrategia de la OMS y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que proporcione servicios esenciales de calidad.