Aproximadamente, una de cada tres personas mayores de 65 años se cae en un período de un año, una cifra que puede llegar al 50 % en mayores de 80 años, según las últimas revisiones de estudios científicos. Por ello, las caídas representan una de las situaciones de riesgo más preocupante para la población mayor, por su alta frecuencia y por el impacto que puede causar en su estado de salud y en su autonomía al realizar las actividades de la vida diaria.
La tecnología y las técnicas estandarizadas pueden jugar un papel esencial en la prevención y detección de este fenómeno. Estas medidas permiten actuar sobre diferentes factores de riesgo, ofreciendo a la persona y a su entorno (familiar y profesional) una mayor seguridad y tranquilidad.
Qué es la escala de Tinetti
La escala de Tinetti consiste en la realización de una prueba que analiza determinadas variables para evaluar la marcha y el equilibrio. Se desarrolló para analizar la movilidad de la tercera edad y determinar precozmente el riesgo de caídas de un anciano durante el año siguiente a su aplicación.
Consta de 22 ítems y se divide en dos dimensiones: equilibrio y marcha. Suele cumplimentarse en un tiempo de entre 10 y 15 minutos, y antes de comenzar la evaluación, se pregunta al usuario si tiene miedo a caerse. Se ha comprobado que una respuesta afirmativa tiene un valor predictivo de más del 60 %, y de hasta el 87 % si se trata de personas mayores con cierto grado de fragilidad.
En cuanto a la prueba de la marcha, el entrevistador camina detrás del paciente y le solicita que responda a las preguntas relacionadas con la deambulación. Además, el paciente permanece de pie con el examinador, camina por la habitación a paso normal y después a paso rápido. Esta dimensión analiza el inicio de la marcha, la longitud y simetría del paso, la postura al caminar y la fluidez, entre otras variables.
Para valorar el equilibrio, el entrevistador permanece de pie junto al paciente, enfrente y a la derecha, para observar la situación. Para esta modalidad se necesita una silla sin brazos apoyada en la pared, con la cual se le pide a la persona que se siente y se observa su comportamiento: se debe comprobar si se sienta con normalidad y sin necesitar ayuda o, por el contrario, se deja caer fuera del centro de la silla; si se mantiene la posición erguida sin problemas o si se tambalea, mueve los pies, necesita apoyarse o se mantiene estable.
La máxima puntuación para la marcha es 12 puntos y para el equilibrio 16; la suma total de la escala es de 28 puntos. Se considera riesgo alto de caída si se ha objetivo menos de 19 puntos; riesgo de caídas, de 19 a 23 puntos; y riesgo bajo o leve: de 24 a 28 puntos.
Materiales y métodos de la escala de Tinetti
La escala de Tinetti puede utilizarse como método de investigación para la frecuencia, características, consecuencias y factores de riesgo de las caídas en ancianos institucionalizados o de una determinada comunidad. Esta prueba, por tanto, está especialmente recomendada para predecir y evitar caídas en personas mayores.
La recogida de datos de cada uno de los pacientes supone un primer paso esencial, incluyendo variables sociodemográficas y sanitarias, como patologías previas diagnosticadas, uso de fármacos, grado de actividad y nivel cognitivo. Otras fuentes de información utilizadas al realizar este tipo de prueba son registros médicos, historias clínicas de las residencias de mayores y centros de salud, y la información facilitada por los propios individuos, por sus cuidadores o los médicos responsables.
En la realización de esta prueba se necesitarán los siguientes materiales:
- Una silla sin apoyabrazos.
- Un espacio, habitación o pasillo de unos 5 metros de longitud, aproximadamente.
- Un cronómetro.
En la evaluación inicial y en el seguimiento intervienen los médicos especialistas en medicina de familia y otros especialistas en medicina del ejercicio físico y del deporte. Todos ellos, tanto durante el procedimiento como en las etapas previas y posteriores, hacen hincapié en la importancia del deporte en personas mayores, atendiendo a las posibilidades y a cada caso particular.
Interpretación de los resultados de la escala de Tinetti
Las conclusiones de diversos estudios realizados en residencias de mayores de toda la geografía española señalan que más del 80 % de los casos analizados de equilibrio y movilidad en personas mayores presentaban patologías previas.
También se registraron más personas con caídas entre individuos con mayor grado de discapacidad, según el índice de Katz (30 % para discapacidad grave; 44 % discapacidad moderada; 28 % discapacidad leve y 19 % sin discapacidad). Igualmente influyentes son las variables de personas que viven solas (32 % de caídas) con respecto a las que viven acompañadas (19 %).
Asimismo, en el estudio de este tipo de investigaciones son especialmente destacados el estado cognitivo de los individuos a los que se realiza la prueba, el número medio de fármacos usados y el consumo de alcohol o el hábito de fumar, entre otras variables diversas.
Ejercicios para mejorar el equilibrio
La escala de Tinetti es muy utilizada en las valoraciones que se realizan a los adultos mayores en las residencias de ancianos. Aunque a simple vista parecen ejercicios sencillos y pautas fáciles de comprobar con los indicadores, lo cierto es que es altamente recomendable la realización por profesionales especializados en medicina y atención geriátrica.
En este sentido, las unidades especializadas de rehabilitación para personas mayores de centros de días y residencias de ancianos cuentan con técnicas, materiales y profesionales específicos para tratar los problemas de movilidad sufridos tras una caída o lesión. El equipo multidisciplinar de estas unidades específicas, formado por fisioterapeutas, enfermeras, auxiliares y cuidadores, dedica su labor diaria a la atención, rehabilitación y recuperación de las personas que necesitan recobrar la movilidad tras un proceso traumatológico o una operación.
Algunos ejercicios recomendados para trabajar y mejorar el equilibrio en las personas mayores son:
- Empujes por parte del fisioterapeuta en diferentes direcciones. De pie, sin moverse, el paciente debe aguantar el equilibrio mientras el fisioterapeuta le realiza empujes desde los hombros tanto hacia delante y hacia atrás, y hacia los lados. Para complicarlo, el paciente puede disminuir su base de sustentación juntando los pies o cerrar los ojos.
- Sentarse y levantarse con elevaciones de brazos. Este ejercicio sería como hacer una sentadilla, levantándose de la cama/sofá/silla y pidiéndole que se vuelva a sentar, tratando de mantener los brazos en alto o de elevarlos cuando se vaya a levantar. Más adelante, la persona puede realizar el ejercicio sin llegar a sentarse, como si hiciera una sentadilla.
- Recoger objetos del suelo en diferentes direcciones. De pie, el paciente debe recoger objetos del suelo, que se encuentran en distintas direcciones, y volver a colocarlos.
- Paso hacia atrás, hacia la derecha y la izquierda. De pie, la persona debe dar un paso hacia atrás, girando el cuerpo hacia ese mismo lado, pero manteniendo el otro pie estable en suelo sin moverlo. Después, cambia de lado.
- Paso adelante y remo con goma. De pie, con una goma, el paciente da un paso hacia delante con ligera flexión de rodilla y, al mismo, tiempo, debe elevar los codos tirando de la goma.
- Lanzar y recibir un objeto por parte del fisioterapeuta. De pie, el fisioterapeuta le tira al paciente algún objeto en diferentes direcciones, buscando posibles desequilibrios.
- Elevación de piernas sentado, apretando un cojín. El sujeto debe estar sentado en una silla/cama/sofá con un cojín u objeto entre las rodillas. Debe apretar este, acercando las rodillas entre sí, a la vez que se inclina ligeramente hacia atrás y eleva las piernas, separando los pies del suelo.
- Toques de rodillas con la mano contraria. De pie, el paciente ha de elevar una rodilla y hacer un toque de esta con la mano del lado contrario del cuerpo. Si le resulta muy difícil, puede apoyar la espalda en una pared e ir progresando.