Con el paso de los años se van perdiendo, de forma paulatina, ciertas capacidades físicas que aumentan las posibilidades de sufrir una caída. Esto hace que la fractura de cadera sea una de las patologías más habituales en las personas mayores.
Normalmente, este tipo de fracturas suelen ocurrir tras una caída y en la mayoría de las situaciones se suele producir en casa: al salir del baño, al intentar subir o bajar escaleras, o incluso tropezando con alguna alfombra u otro elemento. Tras estos incidentes o por el propio deterioro ligado a la edad, se acaba necesitando una prótesis y para mejorar la calidad de vida de los mayores que han pasado por ella, lo mejor es realizar rehabilitación para prótesis de cadera.
¿Qué es una prótesis de cadera?
Una prótesis de cadera consiste en un dispositivo médico artificial que reemplaza a la cadera natural de las personas. Existen diferentes tipos de prótesis de cadera en función de cómo se realice la sustitución de los huesos afectados, pero todas ellas se utilizan para aliviar el dolor y devolver a los pacientes la función del área afectada.
El tipo de prótesis a utilizar dependerá de múltiples factores, como el tipo de patología que puede ser:
- Fractura de cadera: ocasionada por una rotura en la parte superior del fémur. Suele producirse en pacientes con osteoporosis previa, y habitualmente se recurre al uso de prótesis parciales de cadera.
- Artrosis de cadera: se trata de un desgaste del cartílago que recubre la superficie de la cabeza femoral y/o del acetábulo. En esta ocasión, puede producirse por causas desconocidas o patologías previas que aceleren el desgaste. En estos casos se suele optar por el uso de prótesis totales de cadera.
Cuánto tiempo dura la recuperación de una prótesis de cadera en la tercera edad
La rehabilitación tras una operación de prótesis de cadera variará en función de las características de cada paciente. Será diferente en cada caso dependiendo de la edad del individuo, las patologías previas que pueda tener, la calidad del hueso, la técnica quirúrgica utilizada y el tipo de prótesis que se ha implantado.
Además, por lo general, esta intervención quirúrgica se realiza mediante técnicas poco invasivas, como puede ser la artroscopia, por lo que la recuperación suele iniciarse de forma casi inmediata y puede ser rápida.
La movilización del paciente se inicia al día siguiente de la intervención, con la atención y el apoyo de un fisioterapeuta para evitar la atrofia muscular y favorecer el drenaje de la zona para reducir la inflamación.
Ejercicios de rehabilitación de una prótesis de cadera
Es fundamental empezar con el trabajo rehabilitador lo antes posible, con ejercicios de movilización y carga temprana de la mano y con el seguimiento de un profesional. Recuperar el movimiento y la función de la cadera es una prioridad para que el adulto mayor pueda retomar sus actividades de la vida diaria lo antes posible.
Para ello, hay que tener en cuenta que el inicio precoz de la rehabilitación permite evitar las secuelas derivadas del encamamiento y la inactividad, como la aparición de coágulos, rigideces y úlceras por presión.
Fase preoperatoria
En aquellos pacientes que vayan a ser sometidos a una intervención quirúrgica de implantación de prótesis de cadera la fase preoperatoria es crucial, ya que se ayuda a la cadera a que llegue a la cirugía en la mejor condición posible.
En esta fase se harán ejercicios específicos, tanto de la musculatura propia de la cadera como a nivel general. Algunos ejemplos son:
- el entrenamiento de la propiocepción y el equilibrio,
- la terapia ocupacional,
- la bicicleta terapéutica,
- algunos ejercicios de independencia para la vida diaria,
- ejercicios respiratorios.
Asimismo, de la mano de profesionales médicos y sociosanitarios, se ofrecerá al paciente una parte de educación terapéutica para indicarle precauciones e indicaciones a seguir para antes y después de la operación, como el uso correcto de medios auxiliares.
Igualmente, es relevante considerar la aplicación de fisioterapia para mayores y sus múltiples beneficios: aumentando la fuerza muscular, mejorando el equilibrio y previniendo posibles patologías futuras.
Fase postoperatoria
Después de una operación de prótesis de cadera, las primeras semanas son esenciales para que el paciente recupere su autonomía gradualmente. La adaptación del hogar y la ayuda de profesionales sanitarios, cuidadores y familiares son dos aspectos esenciales para la recuperación del paciente.
Los ejercicios del postoperatorio inmediato deben ajustarse al tipo de intervención que se ha realizado y a las características de cada paciente. Los adultos mayores operados podrán empezar a apoyar el pie en el suelo valiéndose de muletas o de un andador a las 24 horas de la intervención.
En este momento resulta fundamental tener presente que la rehabilitación para personas mayores mejora la calidad de vida del anciano con diversas limitaciones funcionales, retrasando el deterioro físico y aumentando el grado de independencia personal.
Cuando el paciente se encuentre preparado y con el seguimiento del equipo médico, la fisioterapia se iniciará con ejercicios de flexión de tobillo, rodilla y cadera en descarga (tumbados) con el fin de tonificar todos los músculos de las extremidades inferiores y fortalecer la musculatura de la cadera con el fin de estabilizarla y favorecer la marcha.
Además, en el momento en que la cicatriz se haya cerrado completamente, se puede iniciar la rehabilitación en piscina, ya que el peso que ha de soportar la articulación es mucho menor y de este modo el paciente se sentirá más capacitado y se podrá acelerar la recuperación.
Al transcurrir 4 o 5 días de la intervención, el paciente suele recibir el alta y a partir de entonces debe mantener una serie de precauciones:
- No flexionar la cadera más de 90º (cuando se está sentado, la rodilla debe estar siempre en una posición inferior a la cadera).
- Se debe tener cuidado con el movimiento de las piernas: no cruzarlas, evitar poner la punta del pie hacia el interior (no se debe rotar la articulación) y los giros bruscos de la pierna; al levantarse de una silla o de la cama hay que estirar primero la pierna operada y luego apoyarse sobre la sana ayudándose con los brazos, si es necesario.
- Se debe dormir boca arriba.
- Hay que utilizar un calzador largo para ponerse los zapatos y un dispositivo similar para los calcetines.
- Subir o bajar los escalones de uno en uno, utilizando siempre la pierna sana en primer lugar.
- Se aumentará progresivamente la distancia al caminar en la medida en que se gane estabilidad en la marcha, eliminando las muletas cuando se sienta seguridad.
Todo ello se debe complementar con un proceso de rehabilitación en la consulta de fisioterapia, en la que se realizarán ejercicios específicos para reforzar la musculatura, mejorar la coordinación y ganar estabilidad. El fisioterapeuta indicará qué ejercicios se deben realizar en el domicilio.
Asimismo, en las residencias de mayores las unidades especializadas en rehabilitación y adaptadas para los residentes ayudan a mejorar su capacidad física y su movilidad, y a dar solución a los problemas derivados de fracturas, intervenciones o lesiones.
Impacto psicológico y social de la rehabilitación de prótesis de cadera en personas mayores
La rehabilitación tras una cirugía de reemplazo de cadera no solo implica recuperar la movilidad física, sino también abordar los desafíos psicológicos y sociales que pueden surgir en este proceso. La palabra clave «rehabilitación de prótesis de cadera en personas mayores» nos permite conectar con aquellos que buscan información sobre este tema y desean comprender la importancia de un enfoque integral.
El aspecto psicológico: más allá del dolor físico
Una cirugía y el proceso de recuperación posterior pueden generar una serie de emociones en las personas mayores, como:
- Miedo e incertidumbre: Ante el proceso quirúrgico, la anestesia y la posibilidad de complicaciones.
- Dolor crónico: Que puede afectar el estado de ánimo y la calidad del sueño.
- Pérdida de independencia: La incapacidad temporal para realizar actividades cotidianas puede generar frustración y disminuir la autoestima.
- Dependencia de otros: La necesidad de ayuda para realizar tareas básicas puede afectar las relaciones sociales y generar sentimientos de vulnerabilidad.
El impacto social: Más allá del entorno familiar
La rehabilitación también tiene implicaciones sociales:
- Aislamiento social: El dolor, la fatiga y las limitaciones físicas pueden llevar al aislamiento social, lo que a su vez puede agravar los problemas emocionales.
- Cambios en el rol social: La pérdida de autonomía puede afectar el rol de la persona dentro de la familia y la comunidad.
- Adaptación del entorno: La necesidad de adaptar el hogar y realizar modificaciones en la rutina diaria puede generar estrés y ansiedad.
La rehabilitación integral: Cuerpo y mente
Un programa de rehabilitación integral debe abordar tanto los aspectos físicos como los psicológicos y sociales. Esto implica:
- Terapia física: Para recuperar la fuerza y la movilidad.
- Terapia ocupacional: Para ayudar a los pacientes a recuperar su independencia en las actividades diarias.
- Terapia psicológica: Para abordar los problemas emocionales y mejorar la calidad de vida.
- Apoyo social: Para conectar a los pacientes con otros que han pasado por experiencias similares y ofrecerles un espacio para compartir sus sentimientos y preocupaciones.
Beneficios de una rehabilitación integral
Una rehabilitación integral puede ofrecer numerosos beneficios:
- Mayor adherencia al tratamiento: Los pacientes que se sienten comprendidos y apoyados son más propensos a seguir las recomendaciones de sus terapeutas.
- Reducción del dolor y la discapacidad: Al abordar tanto los aspectos físicos como los emocionales, se puede lograr una mejor gestión del dolor y una mayor funcionalidad.
- Mejora de la calidad de vida: Una rehabilitación integral contribuye a mejorar la calidad de vida de los pacientes, permitiéndoles retomar sus actividades sociales y disfrutar de una vida más plena.
- Prevención de complicaciones: Al abordar los problemas emocionales y sociales, se pueden prevenir complicaciones como la depresión y el aislamiento social.