La polimialgia reumática es una enfermedad inflamatoria que afecta principalmente a personas mayores de 65 años, aunque también puede manifestarse en edades más tempranas. Caracterizada por un dolor muscular y rigidez intensa en el cuello, los hombros y las caderas, esta afección puede impactar significativamente la calidad de vida si no se trata adecuadamente.
Los síntomas suelen empeorar después de largos períodos de inactividad, y en muchos casos, se relaciona con otra condición inflamatoria grave llamada arteritis de células gigantes. Comprender qué es la polimialgia reumática, sus causas, síntomas y opciones de tratamiento es crucial para un diagnóstico temprano y un manejo eficaz. ¡Te lo contamos en este artículo!
¿Qué es la polimialgia reumática en ancianos?
La polimialgia reumática es un trastorno inflamatorio que causa dolores musculares y rigidez en el cuello, los hombros y las caderas. Es más común en las mujeres y casi siempre ocurre en las personas mayores de 65 años, aunque también pueden darse casos en que la dolencia afecte a personas que ronden los 50 años o incluso menores de esta edad. El dolor y la rigidez son mayores después de períodos prolongados de reposo, como es la primera hora de la mañana tras el despertar.
En el 15-30 % de los casos, esta enfermedad se relaciona con otro trastorno inflamatorio llamado «arteritis de células gigantes», una afección que causa inflamación de las arterias de la cabeza.
Aunque no existe una única prueba para diagnosticar la enfermedad, lo más importante es que el diagnóstico se haga con la conjunción de varios síntomas y la exploración practicada por el reumatólogo, así como los resultados de la analítica que se haga al paciente.
Causas de la polimialgia reumática en personas mayores
En la actualidad se desconoce cuál es la causa exacta de la polimialgia reumática. No obstante, hay dos factores que parecen contribuir a provocar la aparición de este trastorno:
- Genética. Algunos genes y variaciones genéticas pueden incrementar tu susceptibilidad.
- Exposición ambiental. Los casos nuevos de polimialgia reumática tienden a presentarse en ciclos y pueden manifestarse de manera estacional. Esto sugiere que, quizás, haya un desencadenante ambiental, como un virus. Sin embargo, no hay un virus específico que haya demostrado ser la causa de esta dolencia.
Es importante recordar que la polimialgia reumática y la arteritis de células gigantes comparten muchas similitudes. Muchas personas mayores que tienen una de estas dos enfermedades también presentan síntomas de la otra.
La arteritis de células gigantes también es una enfermedad que produce inflamación en el recubrimiento de las arterias, muy a menudo en las arterias de las sienes. Los signos y síntomas de la arteritis incluyen dolores de cabeza, dolor en la mandíbula, problemas de visión y sensibilidad en el cuero cabelludo. Si no se trata, esta afección puede provocar un accidente cerebrovascular o ceguera.
Igualmente aconsejable es considerar la artritis reumatoide en la tercera edad, una enfermedad crónica originada por la inflamación de la membrana que recubre los cartílagos de las articulaciones y los tejidos circundantes.
Síntomas de la polimialgia reumática en mayores
Los primeros síntomas suelen comenzar en los hombros de manera simétrica con dificultad para levantar los brazos y hacer tareas cotidianas como peinarse o asearse. Si afecta a la cintura pelviana, el paciente suele tener dificultad para levantarse de una silla sin ayuda de las manos.
De este modo, los signos y síntomas de la polimialgia reumática suelen producirse en ambos lados del cuerpo y pueden incluir los siguientes:
- Dolor en los hombros, en el cuello, en la parte superior de los brazos y en los glúteos, caderas o muslos.
- Rigidez en las zonas afectadas, particularmente por la mañana o después de estar inactivo durante un largo período de tiempo.
- Amplitud de movimiento limitada en las zonas afectadas.
- Dolor o rigidez en muñecas, codos o rodillas.
Además, es posible que también aparezcan signos y síntomas más generales, como fiebre leve, cansancio, sensación general de no estar bien o malestar constante, pérdida del apetito, pérdida de peso involuntaria y depresión, entre otros.
Factores de riesgo en la polimialgia reumática
Un aspecto menos discutido, pero relevante en el diagnóstico y prevención de la polimialgia reumática, son los factores de riesgo que pueden predisponer a una persona a desarrollar esta enfermedad. Aunque la causa exacta de la polimialgia reumática sigue sin estar clara, se han identificado varios factores que aumentan el riesgo de padecerla:
- Edad: La PMR afecta principalmente a personas mayores de 65 años, y su prevalencia aumenta significativamente en esta franja de edad.
- Género: Las mujeres son más propensas a desarrollar polimialgia reumática, posiblemente debido a factores hormonales y genéticos.
- Orígenes Étnicos: Estudios muestran que esta afección es más común en personas de ascendencia norte europea y menos común en otras etnias. Este hallazgo podría ayudar a los médicos a identificar los síntomas en poblaciones de riesgo.
- Factores Ambientales: Se ha observado que la polimialgia reumática puede aparecer en ciclos, lo que sugiere una relación con factores ambientales o infecciosos, aunque todavía no se ha identificado un desencadenante claro.
Comprender estos factores es fundamental para identificar los primeros síntomas y buscar atención médica de manera oportuna. Si bien no es posible prevenir completamente la polimialgia reumática, un conocimiento detallado de los factores de riesgo y las condiciones predisponentes puede mejorar la capacidad de diagnóstico temprano y reducir el impacto de la enfermedad en los pacientes.
Tratamiento de la polimialgia reumática en residencias de mayores
El tratamiento más utilizado para abordar la polimialgia reumática en personas mayores son los corticoides que, generalmente, suponen un control de la enfermedad en un periodo breve de tiempo. Y posteriormente, dosis bajas de mantenimiento durante un periodo más largo que se evaluará en las sucesivas revisiones con el reumatólogo.
En general, el pronóstico de esta enfermedad es favorable ya que la respuesta al tratamiento suele ser buena. En torno al 10 % de los pacientes puede recaer a los 10 años de terminar el tratamiento del brote inicial.
Otro tratamiento que se utiliza para tratar la polimialgia reumática es la prednisona, que es un medicamento antiinflamatorio que alivia la inflamación de diversas partes del cuerpo y que se usa también para determinados tipos de enfermedades autoinmunes, afecciones cutáneas, asma y otras afecciones pulmonares. El uso de este medicamento dependerá de la situación del paciente y lo que recomiende y prescriba el médico especialista.
El consumo diario de calcio y vitamina D y el uso de metotrexato también son tratamientos comunes que se pueden administrar en la fase inicial del tratamiento o incluso más adelante, si se produce una recaída o el individuo no responde bien a los corticoides.
Sin embargo, es importante ofrecer al adulto mayor alternativas complementarias a estos fármacos. En las residencias de mayores Amavir se promueve el empleo de tratamientos no farmacológicos e innovadores para ayudar a los usuarios a mejorar su calidad de vida y a disfrutar de un bienestar generalizado con su estado de salud. Por ello, si la respuesta al tratamiento farmacológica no es efectiva o si el individuo prefiere adoptar otros métodos, es conveniente que el especialista derive a los profesionales de fisioterapia.
En Amavir contamos con fisioterapeutas especializados en todo tipo de dolencias y con una unidad especializada de rehabilitación en la que trabaja un amplio equipo multidisciplinar para dar solución a derivados de fracturas, intervenciones o lesiones, ofreciendo una rehabilitación específica que les permita recuperar el estado funcional óptimo en el menor tiempo posible.
También es aconsejable tener en cuenta la importancia de la terapia ocupacional para ayudar a nuestros mayores a vivir de una forma más autónoma y para hacerles partícipes de su rutina diaria.
Conclusión final
Entender qué es la polimialgia reumática y cómo afecta la vida de las personas mayores, permite tomar decisiones más informadas sobre el diagnóstico temprano y las opciones de tratamiento. Es fundamental tener en cuenta tanto los tratamientos farmacológicos como las alternativas no farmacológicas para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Al prestar atención a los factores de riesgo y los síntomas iniciales, se puede facilitar la intervención temprana, evitando complicaciones mayores y promoviendo una vida más saludable y activa en la tercera edad.