El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa considerada como la pandemia del siglo XXI. Es una dolencia que por el momento no tiene cura y cuenta con una incidencia enorme: más de 1 millón de personas en España. Amavir cuenta con unidades específicas a la atención a pacientes con Alzheimer, en las que se presta especial cuidado a las necesidades sanitarias de los afectados y también a las actividades y talleres que contribuyen a mejorar su bienestar. Entrevistamos al Doctor Joaquín Baleztena Gurrea, médico en Amavir Argaray, para entender un poco más sobre esta enfermedad.
En España hay 800.000 personas con alzhéimer, ¿existen ciertos factores que hagan desarrollar la enfermedad?
La Enfermedad de Alzheimer es una de las principales causas de dependencia y discapacidad entre las personas mayores no solo por la afectación de las funciones cognitivas superiores, sino también porque comparte bases fisiopatológicas comunes con la fragilidad y la discapacidad. Esto conlleva un fuerte impacto de carácter físico, psicológico, social y económico no solo en los pacientes que la sufren, sino también en los cuidadores, la familia y la sociedad.
Aunque sabemos algunos de los mecanismos involucrados no conocemos la fisiopatología completa de la enfermedad. Lo que parece claro es que existe una predisposición genética, en unos casos más que en otros, y otros factores extrínsecos relacionados con estilos de vida saludable, además de patologías que pueden ser una fase prodrómica -muy incipiente- de la Enfermedad de Alzheimer como algunos tipos de depresión, trastornos del sueño, factores de riesgo cardiovascular y otros.
¿Cómo son las unidades específicas dedicadas a la atención a pacientes con Alzheimer en Amavir?
Son unidades específicas dedicadas a la atención a pacientes con Enfermedad de Alzheimer que tienen unas instalaciones especialmente diseñadas para estas personas en todos los aspectos. Lo que las define es el componente humano ya que los profesionales conocen perfectamente a cada residente no siendo meros números impersonales, sino personas cada una diferente, irrepetible e irremplazable con las que trabajar de manera profesional y manejo adecuado y específico.
¿Qué tratamientos o terapias reciben los pacientes?
Actualmente los fármacos aprobados para el tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer pueden mejorar los síntomas y retrasar la progresión de la misma pero no tienen efectos curativos, de modo que se puede afirmar que nos hallamos ante una enfermedad incurable, pero que puede ser abordada para procurar el mayor bienestar en estos últimos años.
Aquí entran en juego desde lo más básico como una dieta saludable hasta actividades programadas y contrastadas como estimulación cognitiva realizada por psicología, actividad física adaptada y reglada por fisioterapia, talleres orientados a conservar la capacidad de realizar las actividades de la vida diaria realizados por terapia ocupacional y el manejo conductual realizado por el personal gerocultor bajo la supervisión de psicología. Para ello es fundamental el trabajo en equipo.
¿Cómo es el trabajo multidisciplinar para los profesionales?
El trabajo en equipo siguiendo la metodología de la Valoración Geriátrica Integral y elaborando un Plan de Atención Individualizada para cada persona es fundamental. Se podría decir que es la piedra angular del abordaje de los pacientes con Enfermedad de Alzheimer en una residencia. La formación de los profesionales en el manejo de la demencia es fundamental para asegurarles una buena asistencia, unida a una atención integral e individualizada centrada en la persona que abarque todas las dimensiones de la misma: médicas y sanitarias, psicológicas, sociales, familiares, espirituales, funcionales y otras.
¿Cómo de importante es empezar un tratamiento de forma precoz?
La ausencia de tratamientos curativos incrementa el interés en identificar distintas intervenciones capaces de preservar la cognición en edades previas y durante el envejecimiento. Además de los tratamientos farmacológicos que sirven para retrasar la progresión de la enfermedad y abordar algunos síntomas, existen actuaciones no farmacológicas que se deben comenzar incluso antes de presentar los primeros síntomas. Entre las actuaciones más estudiadas para prevenir o ralentizar el deterioro cognitivo y la demencia basadas en la promoción de estilos de vida saludables, destacan varias como la actividad física, la estimulación cognitiva, la prevención de FRCV, el tratamiento del trastorno de depresión mayor y la intervención dietética, entre otras.
El lema de este año del Día Mundial es “Cero omisiones. Cero Alzheimer”. ¿Qué valor tiene para la sociedad?
Desgraciadamente existe un infradiagnóstico importante respecto a la Enfermedad de Alzheimer. Muchos se quedan sin estudiar, diagnosticar y por ello sin poder ayudarles con todos los medios antes referidos. El diagnóstico precoz es fundamental y hay que concienciar a la sociedad para evitar esa discriminación a que se ven sometidos estos pacientes en parte por la edad y en parte por la enfermedad bajo el falso prejuicio de que no se puede hacer nada, privándoles de todas las posibilidades que tenemos.
¿Cómo de importante es el apoyo de los familiares en estos casos?
Las familias necesitan apoyo, alguien que les explique bien la enfermedad y les guie y oriente, porque sufren mucho al ver así a sus seres queridos no sabiendo cómo abordar los problemas que se ocasionan. Se debe prevenir el síndrome del cuidador sobrecargado y entender que pasan varias fases de duelo. A veces, a algunos familiares les cuesta llegar a la aceptación y descargan la frustración contra otros cuidadores. En este aspecto son muy útiles las asociaciones de familiares de enfermos.