Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes (diabetes mellitus), una enfermedad que afecta a aproximadamente 6 millones de españoles y que a nivel mundial alcanza cifras desorbitantes: la Federación Internacional de Diabetes estima que en el mundo hay más de 530 millones de personas que padecen esta patología.
En las últimas décadas se ha producido un incremento exponencial del diagnóstico de diabetes, tanto a nivel nacional como internacional. Así, la prevalencia en España ha alcanzado el 14,8%, según la Sociedad Española de Diabetes. Las estadísticas también reflejan que esta dolencia afecta a uno de cada siete adultos, siendo España la segunda tasa más alta de toda Europa, y que casi un 30% de las personas que viven con diabetes no están diagnosticada.
Este año, la Federación Española de Diabetes ha elegido como lema “Conocer los riesgos es conocer la respuesta”, para incidir en la importancia de anticipación y prevención de la diabetes y sus complicaciones.
En qué consiste la diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no es capaz de secretar suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.
La insulina es una hormona que regula la concentración de glucosa en sangre, es decir, la glucemia. Un efecto común de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (es decir, la glucemia elevada) que, con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas del organismo, sobre todo los nervios y los vasos sanguíneos.
Si no se controla adecuadamente, el exceso de glucosa en sangre o hiperglucemia también puede provocar alteraciones en el corazón, la vista o los riñones. Asimismo, la diabetes también puede causar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales e incluso la necesidad de amputar algún miembro del cuerpo del paciente.
Tipos de diabetes
Existen varios tipos de diabetes en las personas mayores, siendo los más frecuentes la prediabetes, la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2. A continuación se analizan las principales características y síntomas de cada una de estas tipologías:
Prediabetes
La prediabetes puede surgir cuando los niveles de azúcar en sangre son más elevados de lo normal, pero no lo suficiente como para considerarse diabetes. En algunos casos puede derivar en diabetes tipo 2.
Diabetes tipo 1
En la diabetes tipo 1, el organismo no produce insulina. Aunque los adultos mayores pueden desarrollar este tipo de diabetes, con mayor frecuencia comienza en niños y adultos jóvenes, que luego tienen diabetes de por vida.
Suele presentarse de forma brusca y no es común que se deba a la existencia de antecedentes familiares, aunque depende de cada caso. Con carácter general, los pacientes que presentan este tipo de diabetes deben tratarse con inyecciones diarias de insulina para bajar el nivel del azúcar en sangre. Pese a todas las investigaciones, a día de hoy no existe ningún tratamiento que pueda prevenir este tipo de diabetes.
Diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 aparece mayoritariamente en adultos y su incidencia aumenta en personas mayores. El organismo puede no producir ni usar bien la insulina. Esta tipología es la que está aumentando de forma considerable en los últimos años, debido a un estilo de vida cada vez más sedentario y a dietas desequilibradas y con falta de nutrientes. La diabetes tipo 2 supone el 90% del total de los casos de diabetes diagnosticados.
Es importante resaltar que los síntomas de la diabetes tipo 2 son leves y suelen aparecen lentamente, incluso se pueden confundir con consecuencias propias del envejecimiento de la población.
En este tipo de diabetes la capacidad para producir insulina no desaparece, pero el cuerpo presenta una resistencia a esta hormona. El azúcar, en lugar de pasar a las células, donde se necesita como fuente de energía, se acumula en el torrente sanguíneo.
Se cree que los factores genéticos y ambientales están estrechamente relacionados con la aparición de diabetes tipo 2. El sobrepeso juega un papel importante en la aparición de este tipo de diabetes, aunque no todas las personas con esta enfermedad tienen sobrepeso.
Los síntomas de la diabetes pueden variar dependiendo de la cantidad de azúcar en aumento. Es posible que algunas personas, especialmente las que tienen prediabetes o diabetes tipo 2, no experimenten síntomas al principio; por el contrario, en la diabetes tipo 1 los síntomas suelen aparecer rápidamente y ser más graves.
La diabetes de tipo 2 se puede prevenir en muchos casos. Hay factores que contribuyen a su aparición, como el sobrepeso, no hacer suficiente ejercicio y la herencia genética.
El diagnóstico precoz es importante para prevenir los peores efectos de la diabetes de tipo 2. La mejor manera de detectarla temprano es acudir a un proveedor de atención médica para hacerse exámenes regulares y análisis de sangre.
Principales síntomas de la diabetes
Los efectos de la diabetes pueden notarse repentinamente. En la diabetes de tipo 2, estos síntomas pueden ser leves y tardar muchos años en notarse.
Así, los principales síntomas de la diabetes son:
- Sensación de mucha sed
- Necesidad de orinar con más frecuencia de lo habitual
- Visión borrosa
- Cansancio
- Perder peso sin querer
Como se ha señalado unas líneas más arriba, las personas con diabetes corren más riesgo de sufrir problemas de salud, como infartos de miocardio, derrames cerebrales e insuficiencia renal.
La diabetes también puede causar pérdida permanente de la visión por daño de los vasos sanguíneos de los ojos. En otros casos, la población con diabetes puede presentar problemas en los pies debido al daño causado a los nervios y al flujo sanguíneo insuficiente. Esto puede causar úlceras en los pies y llevar a la amputación.
Aunque puedan parecer similares, es importante establecer una clara distinción entre los síntomas de los dos principales tipos de diabetes:
- Síntomas de la diabetes de tipo 1. Denominada anteriormente diabetes insulinodependiente, juvenil o de inicio en la infancia, se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona. Además de los síntomas comunes, el tipo 1 diabético puede provocar irritabilidad o sensación de cambio de estado de ánimo de forma constante y debilidad. Todavía no se conoce la causa de este tipo de diabetes ni se sabe cómo prevenirla.
- Síntomas de la diabetes tipo 2. Con el tiempo, la diabetes de tipo 2 puede causar daños graves al organismo, sobre todo a los nervios y los vasos sanguíneos. Entre los síntomas más habituales de esta tipología encontramos el hecho de adelgazar sin motivo, incluso comiendo más de lo habitual; infecciones recurrentes; dificultad para curar moratones o cortes; zonas de la piel oscurecidas, habitualmente en axilas o cuello.
Si las personas mayores de 70 años o cualquiera que lea este artículo identifican varios de los síntomas, deben acudir a una cita con su profesional sanitario de Atención Primaria para que lo tenga en cuenta.
Cómo afecta la diabetes a las personas mayores
Aunque los síntomas son más o menos leves, los efectos pueden ser devastadores. Con el tiempo, la diabetes puede dañar el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios. De este modo, estas son algunas consecuencias de la diabetes en las personas de tercera edad:
- Los mayores con diabetes tienen un mayor riesgo a padecer un infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
- Tienen un mayor riesgo a tener úlceras en los pies, infección y, en último caso, amputación.
- La diabetes también puede ser una causa importante de ceguera, debido al daño de los vasos capilares de la retina acumulado a lo largo del tiempo. Suelen ser frecuentes los problemas de visión en la tercera edad y es fundamental conocer sus causas y cómo abordarlos.
- Asimismo, puede producir insuficiencia renal.
- En los hombres puede aparecer disfunción eréctil.
- Con la diabetes tipo 2 se pueden desarrollar, además, problemas auditivos.
- La apnea del sueño es muy común en personas con diabetes tipo 2 y con obesidad.
- La diabetes de tipo 2 parece aumentar el riesgo de padecer Alzheimer, aunque se desconoce el motivo.
Por otro lado, tras un diagnóstico de diabetes también puede ser común la presencia de otro tipo de enfermedades, como el síndrome de las piernas inquietas.
Cómo prevenir y controlar la diabetes (en ancianos)
Tanto en el día mundial de la diabetes como en el resto de las jornadas, los profesionales socio-sanitarios, las autoridades y administraciones públicas hacen hincapié en la importancia de la prevención de esta enfermedad.
Los síntomas de la diabetes (de tipo 2) pueden ser leves y tardar varios años en notarse. Pueden ser similares a los de la variante de tipo 1 pero, a menudo, menos intensos. En consecuencia, es posible que la enfermedad se diagnostique años después de manifestarse los primeros síntomas, cuando ya han aparecido complicaciones.
Por ello, existen una serie de hábitos que pueden prevenir o controlar la prediabetes y la diabetes tipo 2 (la diabetes de tipo 1 no se puede prevenir):
- Llevar una alimentación saludable: evitar alimentos ricos en grasa y calorías y aumentar el consumo de alimentos con alto contenido en fibra.
- Realizar ejercicio físico con frecuencia: la actividad física en personas mayores tiene múltiples beneficios, se recomienda evitar el sedentarismo y practicarla de forma moderada durante, al menos, 30 minutos diarios.
- Mantener un peso adecuado: evitar el sobrepeso, uno de los factores de riesgo principales de la diabetes tipo 2.
- Realizarse análisis de sangre al menos una vez al año: en ellos se pueden ver los niveles de azúcar en sangre y pueden alertar sobre el posible padecimiento de diabetes.
En este contexto, la Organización Mundial de la Salud recuerda que es posible tratar la diabetes y evitar o retrasar sus consecuencias por medio de actividad física y una alimentación saludable, junto con medicación adecuada y la realización periódica de pruebas. Estos son pilares fundamentales en los proyectos de cuidados que se llevan a cabo en las residencias de personas mayores Amavir.
En nuestros centros, cuidamos la alimentación de nuestros residentes con una dieta sana y equilibrada que evita las grasas y las calorías para prevenir el sobrepeso. Asimismo, evitamos el sedentarismo con la práctica de ejercicio físico moderado que, además, ayuda a que los residentes mantengan su autonomía personal. También participamos en campañas de concienciación y sensibilización, informamos a sus familiares e invertimos en programas formativos para que nuestros profesionales conozcan los últimos avances e investigaciones en este campo de la atención socio-sanitaria de pacientes con diabetes.