El 20 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Osteoporosis. Según la OMS, esta es “una enfermedad sistémica, caracterizada por una disminución de la masa ósea y un deterioro de la microarquitectura del tejido óseo que incrementa la fragilidad del mismo, con el consecuente aumento del riesgo de fractura”.
La osteoporosis es una enfermedad crónica y progresiva muy frecuente en las personas mayores, especialmente en las mujeres: afecta a una de cada tres mujeres de entre 60 y 70 años y a uno de cada ocho hombres mayores de 50 años. Además, es la causa principal de los ingresos hospitalarios más largos en las mujeres mayores de 45 años, superando al cáncer de mama o al infarto de miocardio.
La osteoporosis produce fracturas por fragilidad que son especialmente frecuentes en la columna, el antebrazo y la cadera. Esta última es la más grave, ya que siempre requiere hospitalización y una operación quirúrgica que no garantiza la completa recuperación..
El riesgo de fracturas aumenta con la edad y es una importante causa de morbilidad y mortalidad en las personas mayores, ya que este grupo de la población tiene más caídas por mala coordinación y visión, debilidad muscular, confusión y uso de fármacos o hipnóticos que alteran el nivel de conciencia.
Existe una serie de factores que aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis:
- Fumar habitualmente.
- Consumir alcohol con bastante frecuencia (más de tres copas al día).
- Tener una vida sedentaria.
- No consumir lácteos ni alimentos con vitamina D.
- La genética: es más probable tener osteoporosis si un familiar la tiene.
- Enfermedades como el hipertiroidismo o la artritis reumatoide a la larga pueden provocar el padecimiento de osteoporosis.
- Medicamentos como la cortisona, la heparina, la L-tiroxina o los antiepilépticos pueden disminuir la densidad mineral ósea, facilitando el riesgo de fracturas.
La osteoporosis se puede prevenir si se llevan a cabo las siguientes pautas:
- Tener una alimentación rica en calcio y en vitamina D. Se recomienda consumir leche y sus derivados, como yogures y queso, además de hortalizas, cereales y pescados grasos.
- La importancia de realizar deporte en personas mayores. Caminar media hora al día o hacer senderismo fortalece los huesos, mientras que practicar yoga ayuda a mejorar el equilibrio y disminuir el riesgo de caídas.
- Evitar el tabaco y el alcohol.
- Hacerse densiometrías periódicamente. La densiometría ósea es la prueba que realiza exploraciones para comprobar la densidad mineral de los huesos, es decir, su contenido en calcio y la composición corporal total.
En Amavir promovemos la salud ósea de nuestros residentes con la práctica de ejercicios físicos para conservar su fuerza y su autonomía funcional. Además, ofrecemos una dieta sana y equilibrada con alimentos que aportan beneficios tanto a sus huesos como al resto del cuerpo.