El poder de la música es transformador. Con independencia del género que sea y del lugar donde se escuche, la música nos ayuda a comunicarnos, a expresar nuestras emociones, a recordar lugares y sentimientos del pasado; es refugio, sabiduría y filosofía. Y lo es a cualquier edad. De hecho, la música es altamente beneficiosa para la tercera edad.
Por ello, en este artículo vamos a abarcar qué es la musicoterapia, cuáles son sus principales beneficios y algunos ejemplos de actividades de musicoterapia para poner en práctica con las personas mayores.
¿Qué es la musicoterapia?
La musicoterapia consiste en el uso de las respuestas y las conexiones de una persona con la música para estimular cambios positivos en su estado de ánimo y el bienestar general. Es una alternativa para otros tipos de terapia, como la terapia cognitivo-conductual.
La música tiene efectos poderosos sobre nuestra mente. Diferentes estilos de música pueden provocar un efecto importante en el estado de ánimo de forma muy rápida y pueden ayudarnos a experimentar y procesar una amplia variedad de emociones: la música puede hacernos sentir tristeza, tranquilidad, alegría, miedo, etc.
Pero, ¿cómo se produce la influencia de la música en las personas? La forma en que la música afecta a nuestro cerebro es algo compleja. Todas sus características (tono, tiempo, melodía) se procesan por diferentes zonas del cerebro. (Por ejemplo, el cerebelo procesa el ritmo, los lóbulos frontales decodifican las señales emocionales creadas por la música, y una parte pequeña del lóbulo temporal derecho ayuda a comprender el tono).
El uso de la música para mejorar el estado de ánimo se debe a que afecta al córtex auditivo, estimulándolo para aprender nuevas habilidades y recordar las olvidadas.
Beneficios de la musicoterapia para personas mayores
La musicoterapia ofrece numerosos beneficios para las personas mayores, tanto a nivel físico, como cognitivo y emocional. La producción y liberación de serotonina, un neurotransmisor que produce sensación de felicidad, es una de las consecuencias más destacadas de las sesiones de musicoterapia.
El musicoterapeuta será el profesional que emplee los elementos musicales como el sonido, la melodía o la armonía, con el fin de facilitar la comunicación, la interacción, la movilidad o el aprendizaje entre los pacientes.
A continuación, enumeramos algunos de los beneficios de la musicoterapia para adultos mayores:
Estimulación cognitiva y mejora de la memoria
La musicoterapia juega un papel crucial en la estimulación cognitiva. En el día a día de las personas y en la rutina de las residencias de mayores, la música es una gran aliada para combatir los efectos del Alzhéimer y otras demencias.
También puede ser determinante en el aumento de la capacidad humana de aprendizaje, en la estimulación de la memoria y la creatividad y en incentivar el desarrollo cerebral y las habilidades verbales.
Asimismo, el impacto emocional y cognitivo que tiene la música ha sido objeto de una notable atención experimental y científica a nivel internacional y especialmente en las últimas décadas, por su gran capacidad para evocar recuerdos y emociones y para reducir el estrés.
Mejora de la coordinación y movilidad física
A nivel físico-motor, el ritmo musical es capaz de mejorar la coordinación viso-motriz, ayudar al mantenimiento de la motricidad fina y gruesa, la coordinación, el equilibrio y la relajación muscular. Del mismo modo, es un estimulante para la actividad física y el deporte, como elemento motivador y de compañía.
Todo ello redunda en una potenciación de la musculatura gracias al empleo de la música en la vida diaria.
Fomento de la socialización y reducción de la sensación de aislamiento
En cuanto a las ventajas sociales, es importante destacar que la musicoterapia desempeña un papel fundamental en la construcción y arraigo de relaciones sociales.
Participar en sesiones de musicoterapia grupal puede fortalecer los vínculos entre los participantes, fomentando un ambiente de apoyo y compañerismo. Además, estas sesiones también ayudan a establecer una conexión más sólida entre los pacientes y los terapeutas, creando una relación de confianza y comprensión mutua. Todo ello mejora las interacciones sociales y la dinámica del grupo.
Otro beneficio significativo a destacar del empleo de la música es la creación de un sentido de comunidad. Así, cuando las personas mayores participan en actividades musicales comunitarias, pueden sentirse parte de un grupo y de una sociedad a la que efectivamente pertenecen pero de la que a veces pueden sentirse algo excluidos.
Esta sensación de pertenencia puede reducir los sentimientos de soledad no deseada y aislamiento. Por ello, la música fomenta el sentido de unidad y de propósito común, contribuyendo en definitiva a una mejor calidad de vida y a un bienestar emocional más robusto en la tercera edad.
Actividades de musicoterapia para personas mayores
La terapia con música puede convertirse en una gran ocasión para que las personas mayores jueguen, se diviertan, se expresen y descubran nuevas sensaciones, ligadas a sonidos ya escuchados y a otros que aun están por descubrir.
De este modo, la musicoterapia puede incluir actividades para crear música con instrumentos de todo tipo, cantar, bailar y combinarlo con otro tipo de expresiones artísticas como la pintura, la escritura o la improvisación.
A continuación, exponemos una serie de las mejores actividades de musicoterapia para personas mayores que puede llevarse a cabo en casa, en espacios públicos, en centros de día y en residencias de mayores.
Escuchar música en directo
La escucha activa empleada en sesiones de musicoterapia aumenta la concentración y la memoria y fomenta la socialización.
Bien sea de canciones y grupos de época, hasta nuevos artistas y bandas musicales, una propuesta interesante para trabajar la expresión musical con las personas mayores es ofrecerle oportunidades para disfrutar de música en directo, como por ejemplo conciertos, sesiones de micro abierto o fiestas populares en las que se pueden escuchar estilos y géneros musicales para todos los gustos.
Cantar y corear canciones
Pocos momentos hay más especiales en una residencia de mayores que poner una canción y escuchar cómo los residentes la cantan con todas sus ganas y energías. Estos momentos son perfectos para disfrutarlos con ellos mismos y para después comentar qué han sentido y experimentado con esa canción concreta.
Además del recuerdo, la nostalgia y la alegría, con el canto también podemos estimular la memoria y la imaginación. En las sesiones de musicoterapia, además de escuchar canciones, podemos proponer pequeños juegos o acertijos de qué está sonando, y los propios residentes pueden proponer canciones a adivinar, empezando por tararearlas o corearlas para que los demás continúen o adivinen de qué tema musical se trata.
Tocar instrumentos musicales
Uno de los tipos de actividades que también se puede llevar a cabo con la terapia musical es el momento de tocar instrumentos musicales. Guitarras, castañuelas, triángulos, pianos, claves, tambor, cajón flamenco, ukelele, armónica o incluso la batería. Son solo algunos ejemplos de qué instrumentos pueden practicar o aprender a tocar las personas mayores. Puede ser a través del profesional que coordine las sesiones de musicoterapia, aunque también es muy enriquecedor el momento en el que pueden enseñarse unos residentes a otros.
Movimiento y baile con música
En otras ocasiones, la musicoterapia también puede contribuir a la expresión corporal, a promover movimiento acorde al ritmo y al tono de la música y, en definitiva, al baile libre y coreografiado. Tocar palmas o bailar en grupo son maneras óptimas de trabajar el ritmo, la coordinación, el equilibrio y la movilidad, prestando atención e implantando medidas para prevenir y reducir el riesgo de caídas.
Composición y creación de música
Durante las sesiones de musicoterapia en residencias de mayores también es importante trabajar la creatividad, el vocabulario y las habilidades comunicativas mediante la composición y la creación de música, a partir de una canción ya creada o desde cero, estimulando la creación propia, y combinándola cuando sea posible con melodía o instrumentos.
Otras actividades de musicoterapia
Además de las anteriores, algunos ejemplos de actividades para llevar a cabo en sesiones de musicoterapia en la tercera edad pueden ser utilizar la música como método de relajación, acompasado con la respiración y la liberación de estrés, la meditación guiada y acompañada de música, o la utilización de las nuevas tecnologías para escuchar música. Por ejemplo, en este último caso, se pueden combinar clases de introducción a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para descubrir plataformas donde escuchar música, donde crear nuestras propias listas de música (YouTube Music, Spotify) y compartirlas, o descubrir tendencias.
Consejos para profesionales y cuidadores
Desde este blog también queremos comentaros algunos consejos prácticos sobre cómo preparar y planificar sesiones de musicoterapia para personas mayores, para que podáis ponerlas en práctica en vuestro día a día.
Una de las principales cuestiones a tener en cuenta será la planificación previa: aunque la improvisación puede dar resultados divertidos de forma ocasional, lo mejor es llevar dos o tres actividades programadas y pensadas para hacer con las personas mayores. Si después sobra tiempo, puede dedicarse a un mini descanso, a compartir entre todos cómo ha ido la sesión, qué les ha gustado o qué les gustaría hacer en próximas sesiones.
Asimismo, también es importante disponer de instrumentos musicales, así como herramientas y diferentes utensilios que faciliten la realización de las actividades propuestas. Por ejemplo, ordenador conectado a altavoces para toda la sala o habitación, canciones pre-seleccionadas, micrófono, algo de decoración, etc.
Todo ello teniendo siempre presente la capacidad de los participantes de las sesiones de musicoterapia y previendo la posible necesidad de apoyo auxiliar para el desarrollo de las actividades musicales.
En definitiva, la música en la tercera edad tiene innumerables aplicaciones para las personas mayores. Además de todos los beneficios mencionados, el empleo y disfrute de la música es importante por sí mismo por lo que esta supone, un modo de expresión artística, personal y social que conecta a las personas y contribuye a incrementar su bienestar (físico y mental), sus momentos de ocio y distensión y, en definitiva, su calidad de vida.