Contraer la gripe a una edad avanzada puede ser peligroso para la salud de las personas mayores, puesto que es posible que derive en complicaciones.
La gripe es una enfermedad de tipo vírico que se transmite con facilidad, por lo que es necesario prevenir en la medida de lo posible el contagio. Con la llegada de las bajas temperaturas el virus aparece con mayor frecuencia, y ataca especialmente a personas cuyo organismo es más débil, por ejemplo, por la edad.
Es muy importante la vacunación en los mayores, ya que la OMS lo recomienda a las personas con mayor riesgo de sufrir complicaciones debido a la enfermedad, especialmente las personas mayores, embarazadas y enfermos crónicos.
Es muy importante que este grupo de personas no mantenga contacto directo con personas ya enfermas, puesto que el virus se transmite de forma fácil y rápida. Mantener una higiene adecuada ayuda a reducir la posibilidad de padecer la enfermedad, por lo que es recomendable lavarse las manos de forma regular, y taparse la boca y la nariz al estornudar o toser.
Ante los primeros síntomas de gripe se debe acudir inmediatamente al médico. Fiebre alta, dolor muscular, malestar general y mucosidad son alguno de los síntomas que pueden indicar que se ha contraído la enfermedad. Los profesionales sanitarios prescribirán el tratamiento adecuado para curar la enfermedad atendiendo a la edad de la persona que la ha contraído.
Si los síntomas se alargan durante más de dos semanas, el mayor debe acudir inmediatamente al médico, puesto que la infección vírica puede haber desencadenado en una de mayor gravedad.
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