La actividad física en personas mayores tiene múltiples beneficios, además numerosos estudios concluyen que el ejercicio físico contribuye, no sólo a la mejora de la memoria, sino también a la prevención de numerosas enfermedades neurodegenerativas, entre las que se incluye el alzheimer.
Al realizar deporte, el organismo aumenta el bombeo de sangre, por lo que el cerebro se oxigena, consiguiendo que mentalmente estemos más despejados. Esta inyección de oxígeno reduce la ansiedad y el estrés, y además estimula la formación de nuevas neuronas, así como el fortalecimiento de las ya existentes y de sus uniones. Estos nexos se realizan principalmente en el hipocampo, área del cerebro estrechamente vinculada con la memoria y el aprendizaje.
Por lo tanto, el ejercicio afecta a la memoria optimizando nuestra forma de pensar, mejorando el estado de alerta, la atención y la motivación. A medida que la población envejece, aumenta la preocupación por mantener el buen funcionamiento mental.
Entrenar las funciones cognitivas con juegos y ejercicios mentales es muy importante, pero también lo es combinar ese entrenamiento con ejercicio físico para prevenir el deterioro del hipocampo.
Cuanto mayor sea la frecuencia del ejercicio mayores serán los beneficios obtenidos. Si al ejercicio físico y mental se le añade una dieta equilibrada, los mayores se mantendrán más activos y mejorará su calidad de ida.
Desde Amavir procuramos trabajar todos los aspectos del ejercicio diariamente, tanto físico como mental, para tener un envejecimiento activo, ya que, cuanto más se utiliza el cerebro a cualquier edad, más fuerte y flexible se vuelve.