Los ejercicios de estimulación cognitiva para personas mayores son esenciales para mantener activas sus funciones mentales y reducir el impacto del deterioro cognitivo que suele aparecer con el envejecimiento. Estas actividades ayudan a fortalecer la memoria, mejorar la atención y fomentar habilidades como el razonamiento y la creatividad, promoviendo una mejor calidad de vida y bienestar emocional en las personas mayores.
En este artículo, exploraremos distintos tipos de ejercicios de estimulación cognitiva que incluyen desde juegos de memoria y actividades sociales hasta ejercicios de arte y escritura, todos adaptados a las necesidades y capacidades de cada individuo. Además, discutiremos cómo un enfoque personalizado y un entorno de apoyo, como el ofrecido en centros especializados, puede hacer que estas actividades sean aún más efectivas, ayudando a mantener la autonomía y el compromiso social de los mayores
Confundir los nombres de los nietos u olvidar cómo se llaman las calles del barrio son cosas que se atribuyen popularmente al envejecimiento. Y es que, con el paso de los años, las personas perdemos capacidades de forma progresiva y la falta de memoria suele ser lo más habitual. En cierto modo, se trata de algo natural, sin embargo, los expertos inciden en que hay que prestar atención para evitar que el deterioro cognitivo vaya a más.
Hay personas que llegan a la vejez con buenas habilidades cognitivas y memoria. Esto se debe a que la pérdida de la cognición no depende únicamente del envejecimiento. De hecho, existen ejercicios de estimulación cognitiva para personas mayores que sirven para atrasar la pérdida de las funciones cognitivas en el adulto mayor e incluso para mejorarlas o recuperarlas paulatinamente.
¿Qué es la estimulación cognitiva?
Se entiende como estimulación cognitiva todas aquellas actividades, ejercicios y talleres destinados a activar, mejorar, rehabilitar y/o mantener las capacidades neuropsicológicas del adulto mayor. Son intervenciones conocidas como Terapias No Farmacológicas (TNF) que se utilizan en los centros de cuidado y atención al mayor para prevenir o mejorar sustancialmente la calidad de vida de los residentes de forma complementaria a los fármacos, dependiendo del caso de que la persona los necesite.
Los ejercicios de estimulación cognitiva abarcan:
- Los sentidos, la atención y la memoria
- El cálculo, la concentración y la velocidad racional
- La orientación, el lenguaje, la lectura y la escritura
- La habilidad visoespacial, la gestualidad y el razonamiento
Partiendo de que el deterioro cognitivo es una de las principales causas de dependencia en personas mayores, estas actividades tienen muchos beneficios y garantizan que los adultos mayores mantengan una vida activa, autónoma y satisfactoria mientras envejecen.
Asimismo, los materiales que se emplean para trabajar la cognición están adaptados a las capacidades de cada una de las personas o grupos, así como a su estado de salud general.
Por tanto, ya bien sean personas con enfermedades relacionadas, como los diferentes tipos de demencias, o ancianos que han ido perdiendo facultades debido al envejecimiento, la estimulación cognitiva es también considerada una herramienta estratégica para prevenir o ralentizar el deterioro cognitivo que se da con la edad. También sirve para mejorar neuropsicológicamente en el caso de que se desarrolle Deterioro Cognitivo Leve (DLC) o que se detecte algún tipo de demencia como el Alzheimer.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en sus guías sobre prevención del deterioro cognitivo y la demencia dedican dos apartados a la estimulación cognitiva y la promoción de las actividades sociales. Las conclusiones que se extraen desde la entidad son que los ancianos que hacen actividades de este tipo mejoran notablemente su función cognitiva y el 50% de los estudios avalan que la estimulación mejora en al menos un dominio cognitivo (atención, memoria, lenguaje…).
Cuáles son las habilidades cognitivas en el adulto mayor
Para saber cuáles son las habilidades cognitivas en el adulto mayor, los especialistas distinguen entre los procesos básicos y los procesos superiores:
Procesos cognitivos básicos
- Atención o concentración: Se entiende como la capacidad de seleccionar información sin distracciones, dirigiendo los sentidos y los procesos de respuesta en función de la información que se recibe.
- Percepción: Es la capacidad de comprender y procesar lo percibido por los sentidos. Se trata de una interpretación de la información recibida y sirve para reconocer objetos y espacios, pero también personas.
- Memoria: Es fundamentalmente el registro, almacenamiento y recuperación de la información o los hechos acontecidos a lo largo de la vida. También es fundamental para guardar destrezas para los quehaceres rutinarios como puede ser encender la vitrocerámica o lavarse los dientes.
Procesos cognitivos superiores
- Pensamiento: Es el análisis y organización de la información que se recibe, es decir, la capacidad de racionalizar las situaciones dadas en el día a día en función del bagaje de experiencias de la persona y sus conocimientos.
- Lenguaje: Es la herramienta de expresión del ser humano con signos o símbolos a los que se les atribuye un significado tangible, como puede ser un objeto, e incluso intangible, como puede ser una emoción.
- Aprendizaje: Se entiende como la capacidad de adquirir nuevas habilidades y conocimientos para adaptarse a nuevas situaciones. Conforme pasa el tiempo, se tiende a perder esta habilidad y los procesos de aprendizaje se ralentizan más que, por ejemplo, los de un niño.
- Funciones ejecutivas: Se trata de los procesos mentales que regulan y controlan los recursos cognitivos que ayudan al razonamiento, la toma de decisiones, la organización o la inhibición de la conducta.
- Orientación: Es la habilidad de tomar consciencia tanto del entorno a nivel espacial y temporal, como de nosotros mismos.
Estas habilidades cognitivas suelen acelerar su proceso de deterioro entre los 50 y los 70 años. De entre las capacidades que más deterioro sufren se encuentran la memoria, la percepción y la atención. De hecho, tal y como se revela desde el Instituto Superior de Estudios Sociales y Sociosanitarios (ISES), la pérdida de memoria es común entre el 30% y el 50% de las personas mayores. Por ello, la importancia de mantener el cerebro activo en las personas mayores reside principalmente en que con la estimulación se logra retrasar el deterioro de las funciones cognitivas básicas.
Tipos de ejercicios de estimulación cognitiva para personas mayores
- Ejercicios mentales: Crucigramas, sudokus, sopas de letras, rompecabezas.
- Lectura y escritura: Leer libros, revistas, periódicos y escribir diarios o cartas.
- Aprendizaje de nuevas habilidades: Aprender un idioma, tocar un instrumento musical, pintar o dibujar.
- Juegos de mesa: Ajedrez, damas, cartas, juegos de estrategia.
- Actividades sociales: Participar en grupos de conversación, clubes, voluntariado.
Ejercicios de estimulación cognitiva para personas mayores
De igual forma, mantener o rehabilitar las capacidades cognitivas en mayores es posible gracias a su estimulación con una serie de actividades. No obstante, desde residencias Amavir también se recomienda que, al ser una TNF, se complemente con un modelo asistencial personalizado e individualizado y para ello, centros de día para personas mayores son una buena opción.
Así pues, algunos ejercicios de estimulación cognitiva para personas mayores son:
Talleres y clases
Existen multitud de talles y actividades que van desde manualidades, hasta salas multisensoriales en las que se ponen a funcionar los cinco sentidos. Llevarlos a cabo junto a otras personas es una buena forma de evitar la sensación de soledad del adulto mayor durante el proceso de rehabilitación cognitiva. Ejercicios junto a residentes y miembros del equipo es la mejor forma de progresar.
Lectura y escritura
Se trata de la manera más clásica de activar la cognición, ya que ayuda a la memoria y al razonamiento cuando se trata de un deterioro leve o moderado. Sin embargo, es relevante tener en cuenta las afecciones y limitaciones de la persona. Aun así, existen cuadernos con multitud de tareas que activan el cerebro y que pueden ir desde la lectura y las matemáticas, hasta el dibujo.
Lenguaje y aritmética
Las clásicas sopas de letras, crucigramas o sudokus en cuadernos también son una actividad que mejoran y mantienen la cognición del adulto mayor.
Actividades artísticas
Permiten desarrollar la creatividad del adulto mayor y trabajar su capacidad de concentración. Además, está demostrado que libera del estrés y que, cuando se finaliza un proyecto artístico, la autoestima aumenta. Estas actividades pueden ser colorear, dibujar, pintar un cuadro usando materiales o las propias manos e incluso hacer un álbum de fotografías con recortes variados.
Actividades sensoriales
Las actividades sensoriales están diseñadas para trabajar con los sentidos. Escuchar y reconocer sonidos, trabajar con imágenes o palpar objetivos, estos ejercicios permiten una experiencia de activación cognitiva completa al residente. Asimismo, las actividades sensoriales permiten llevar a cabo prácticas como el mindfulness, siendo una buena herramienta para la gestión emocional que se alinea con las dinámicas de la terapia ocupacional en residencias.
Actividades motoras
Poner en marcha las destrezas motoras es una buena forma de abordar enfermedades de deterioro motor y cognitivo, como ocurre con el Alzheimer y el Párkinson. Los ejercicios de estimulación cognitiva para estas enfermedades pueden llegar a mejorar los temblores, la lentitud de los movimientos y la rigidez. Algunas actividades son la caligrafía, tejer o bordar una prenda o, simplemente, hacer tareas del hogar como poner la mesa, ordenar la ropa o limpiar una superficie. Esto también aumenta la sensación de autonomía del adulto mayor y, por tanto, su autoestima.
Actividades deportivas
En la misma línea, el deporte permite al anciano conectar con su cuerpo, entre otros múltiples beneficios para su bienestar físico, emocional y psicológico. Por ello, las actividades y rutinas de envejecimiento activo en residencias de mayores, ya bien sean en grupo o de forma individual de la mano de un equipo especialista, aportan múltiples beneficios durante el proceso de consecución de la mejora cognitiva.
Juegos de mesa
Los juegos de mesa, en los que se trabaja el razonamiento, como el ajedrez, las damas y las cartas, no solo ayudan a la neuropsicología del adulto y se consideran ejercicios para ejercitar la memoria en personas mayores, sino que también ayudan a socializar, fomenta la amistad y el sentimiento de pertenencia. Jugar en equipos también promueve la cooperación y la toma de decisiones en conjunto.
Por lo que, a través del entretenimiento y el razonamiento, la cognición del adulto mayor mejorará. Asimismo, la implicación de los cuidadores y familiares puede marcar la diferencia, ya que pueden servir como guía durante los juegos, haciendo que los resultados sean positivos en todos los sentidos: desde la autoestima, hasta la evolución de las habilidades cognitivas.
Juegos de atención y orientación
Una de las habilidades que se pierde es la atención, pero también la orientación. Entre algunas de las actividades se pueden poner en marcha para el estímulo, son juegos en grupo o de forma individual. Estos juegos pueden ser mapas en los que hay que unir puntos, figuras que hay que emparejar recordando la posición de las imágenes habiéndolas visto solo una vez, puzles de imágenes agradables para la persona o croquis de actividades cotidianas en los que hay que ordenar los pasos a seguir.
Beneficios de la estimulación cognitiva en personas mayores
Entre algunos de los beneficios de la estimulación cognitiva en el adulto mayor se encuentran:
- Mantiene las funciones cognitivas básicas el máximo tiempo posible.
- Retrasa el deterioro cognitivo o ralentiza su avance.
- Potencia la interacción y orientación en las tres esferas del entorno de la persona (tiempo, espacio y persona).
- Se evita la desconexión con el entorno.
- Mejora la autonomía en el día a día.
- Beneficia la autoestima de la persona.
- Promueve la expresión y la comunicación.
- Facilita el aprendizaje.
- Disminuye reacciones psicológicas al deterioro cognitivo como la ansiedad.
- Sostiene un ritmo de vida activa física y emocionalmente.
- Favorece la calidad de vida del anciano.
Así pues, los objetivos de la estimulación cognitiva están en sintonía con sus beneficios en el lenguaje, la atención y la memoria. La terapia basada en los ejercicios y actividades de activación cognitiva se recomienda tanto para ancianos que se encuentren pasando algún tipo de enfermedad neurodegenerativa o demencia, como para personas mayores que estén en un proceso de envejecimiento normal.
No obstante, durante todo el proceso de estimulación no se deben descuidar otras variables fundamentales para la cognición como son la buena alimentación y el descanso. Para ello, es fundamental un equipo multidisciplinar involucrado en todo momento que garantice compañía y bienestar del adulto mayor.
Preguntas frecuentes sobre estimulación cognitiva en personas mayores
¿A qué edad se recomienda comenzar con la estimulación cognitiva?
La estimulación cognitiva es beneficiosa a cualquier edad, pero se recomienda especialmente a partir de los 50 años, cuando comienzan a notarse los primeros signos de deterioro cognitivo relacionado con la edad. Sin embargo, es importante destacar que nunca es tarde para empezar y que los beneficios se pueden obtener a cualquier edad.
¿Qué tipo de profesionales pueden llevar a cabo programas de estimulación cognitiva?
Los programas de estimulación cognitiva suelen ser dirigidos por profesionales de la salud como neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales, logopedas y gerontólogos. Estos profesionales están capacitados para diseñar y llevar a cabo actividades específicas adaptadas a las necesidades de cada persona.
¿La estimulación cognitiva puede curar enfermedades como el Alzheimer?
La estimulación cognitiva no cura enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, pero puede ayudar a ralentizar su progresión y mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen. Además, puede prevenir o retrasar la aparición de otras enfermedades relacionadas con el deterioro cognitivo.
¿Qué otros factores influyen en la salud cognitiva además de la estimulación cognitiva?
Además de la estimulación cognitiva, otros factores que influyen en la salud cognitiva incluyen una dieta saludable, ejercicio físico regular, descanso adecuado, control de factores de riesgo cardiovascular y una vida social activa.
¿Es necesario tener algún tipo de diagnóstico para participar en un programa de estimulación cognitiva?
No es necesario tener un diagnóstico específico para participar en un programa de estimulación cognitiva. Estos programas están diseñados para personas de todas las edades y con diferentes niveles de función cognitiva.