El día 30 de mayo se ha celebrado en todo el mundo el día de la Esclerosis Múltiple. Vivir con esta enfermedad supone una serie de desafíos a lo largo de toda la vida. Las personas que lo padecen a una edad avanzada tienen que combatir los cambios propios del envejecimiento con los de la enfermedad.
La esclerosis múltiple afecta a más de 2,3 millones de personas en todo el mundo, y, a pesar de que es considerada una enfermedad de adultos jóvenes, un 10% de las personas afectadas tiene más de 65 años. Según diferentes investigaciones realizadas para obtener un tratamiento, los datos apuntan a que la cifra de afectados seguirá aumentando.
Los afectados por esta patología en una edad avanzada necesitan recibir ayuda para realizar sus tareas diarias, lo que hace que las personas mayores se vuelvan dependientes ya que la enfermedad limita la realización de actividades básicas del día a día y tan necesarias como la higiene.
Derivadas de la esclerosis múltiple pueden aparecer una serie de enfermedades denominadas comorbididades. Por ejemplo, algunas personas con movilidad reducida pueden presentar a consecuencia de la enfermedad osteoporosis. También se calcula que la mitad de las personas con esclerosis pueden acabar sufriendo depresión a lo largo de su vida.
Las comorbididades afectan a la calidad de vida de quien las padece, puesto que coordinar diferentes medicamentos en distintas horas del día se convierte en una tarea complicada y costosa.
Desde Amavir queremos recordar que es muy importante gestionar los síntomas que presenta la persona con esclerosis múltiple, y para ello es necesaria una buena atención médica y un seguimiento de la rutina y el entorno para que quien la sufre pueda preservar, en la mayor medida posible, su calidad de vida.