La enfermedad de Parkinson es neurodegenerativa, crónica e invalidante y afecta a 160.000 personas en España. En Amavir contamos con un equipo multidisciplinar que trata a los residentes afectados de esta enfermedad de forma global y personalizada
Según los últimos estudios en 2040 el Parkinson superará los 12 millones de personas afectadas en el mundo. El diagnóstico de esta enfermedad se realiza tomando en cuenta la historia clínica y la exploración física y neurológica de la persona, ya que no existe en la actualidad un marcador bioquímico que lo determine. El equipo médico de los centros de Amavir trabaja de forma conjunta combinando tratamiento farmacológico con sesiones de fisioterapia, psicología y terapia ocupacional.
“El trabajo con los residentes que tienen Parkinson es personalizado. Son pacientes con muchos trastornos de deambulación y un alto riesgo de caídas. Desde su llegada al centro están supervisados y controlados regularmente”, afirma Jorge Luis Cañón, médico de Amavir Ciudad Lineal.
Síntomas y tratamiento de la enfermedad de Parkinson
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson aparecen de forma progresiva afectando algunas zonas del cuerpo como las manos, los brazos, las piernas y la cara, luego se extiende a todo el cuerpo, causando rigidez motora, problemas de equilibrio y coordinación. También pueden aparecer otros indicios como son dificultades del habla, de deglución y de la escritura, entre otros. Además, también existen otros síntomas no motores como los trastornos del sueño, ansiedad, depresión o los problemas de tipo cognitivo.
Desde Amavir Usera, Silvia Serrano cuenta que con el abordaje multidisciplinar “eliminamos la visión biologicista que se tenía antiguamente de la enfermedad en la que solo se veía al afectado de Parkinson como un temblor incapacitante olvidándonos de todo lo demás. Al final si ves a la persona como un conjunto en el que su salud depende de muchos factores, su abordaje es más integral”.
La importancia de la fisioterapia en el tratamiento del Parkinson
Existen múltiples beneficios de la fisioterapia en personas que padecen esta enfermedad, ya que muchas de las manifestaciones del parkinson son alteraciones de la marcha, rigidez o temblores, “por lo que la fisioterapia es su aliado en este sentido. Trabajamos para tratar de mantener su funcionalidad”, apunta Cristina Rey, doctora de la residencia El Balconcillo.
Desde Amavir Ciudad Lineal, el doctor Cañón también confirma este hecho: “La fisioterapia en estos casos es elemental. Es garantizar una mecánica muscular que va a ir en progresión y no caer en la pérdida de masa muscular. La fisioterapia es fundamental para el control de la marcha”.
Gratificación de la familia y de los residentes
El Parkinson es una enfermedad habitual en los centros residenciales por lo que el trabajo multidisciplinar “aporta mucho ya que es un trabajo continuo que se va reevaluando, algo que quizás en casa no se pueda hacer”, manifiesta Cañón.
Además, es importante que los pacientes se sientan involucrados en el proceso de recuperación: “Los pacientes valoran mucho el trabajo del equipo de la residencia”, dice la doctora Rey.
“Solemos trabajar con el residente y con la familia. Para los que nos dedicamos a esto es muy gratificante ver que una persona que antes estaba limitada en determinadas circunstancias ahora puede hacerlo gracias a la orientación y ayuda de todos los departamentos”, concluye la doctora Serrano.
11 de abril: Día Mundial del Parkinson
El 11 de abril de cada año se celebra el Día Mundial del Parkinson, jornada en la que se conmemora el aniversario del nacimiento del Dr. James Parkinson, neurólogo británico que en 1817 describió por primera vez lo que él llamo la “Parálisis agitante”, hoy conocida como enfermedad de Parkinson.
Cada año, la Federación Española de Parkinson y las asociaciones federadas ponen en marcha una campaña de sensibilización con el objetivo de dar a conocer esta enfermedad y dar visibilidad a las familias que conviven con ella. Este año la iniciativa se llama “Pon una etiqueta positiva” y está centrada en el impacto que la imagen social de la enfermedad tiene en las personas afectadas. Además, también quiere poner en valor la importancia de cuidar la salud emocional y psicológica.