Las secuelas que deja esta enfermedad en aquellas personas a quienes les ha afectado de manera más grave son muy numerosas. Por eso, las terapias de rehabilitación post-Covid son fundamentales para ayudarles a recuperar su nivel de calidad de vida anterior.
Cecilia Rodríguez, terapeuta ocupacional en Amavir Colmenar desde hace 11 años, trabaja diariamente con aquellos residentes que han pasado la enfermedad y estuvieron mucho tiempo en el hospital. A través de diferentes ejercicios consigue mejorar poco a poco las secuelas post-Covid.
“La primera de las actividades que hemos estado realizado está enfocada a la rehabilitación pulmonar. Lo hemos hecho con unas pelotas y una pajita, simplemente soplando para que esa fuerza vaya aumentando. Es importante graduarlo porque si no la persona se puede fatigar”, apunta Rodríguez.
Desarrollo de la musculatura más afectada
Debido a los ingresos hospitalarios, las personas que han pasado la enfermedad han estado mucho tiempo en cama, por lo que su masa muscular se ha visto disminuida. El confinamiento en las habitaciones también ha impedido poder llevar una vida tan activa como la que se venía realizando. En este sentido, para ayudar en la medida de lo posible a la recuperación, Cecilia ideó una actividad muy sencilla consistente en colocar pinzas de tender para trabajar los miembros superiores con el fin de potenciar esa musculatura. “De esa forma, cuando todo esto pasara y la persona se encontrase mejor pudiera realizar las actividades básicas de la vida diaria de forma independiente”, afirma la terapeuta.
“Creamos un aparato con hilos de colores, con pinzas y chinchetas a los lados para hacer una escalera de dedos, con ello, hemos trabajado la fuerza y su potenciación. Además, si se quiere añadir un poco más de dificultad, se puede añadir una muñequera lastrada de entre 0,5 kg o un 1 kg dependiendo de cómo ido el trabajo en la terapia”.
Mejora de la coordinación y de la concentración
Las personas que han estado mucho tiempo sin moverse, bien encamadas o en silla de ruedas, posteriormente necesitan trabajar todo el sistema vestibular y la propiocepción para poder ganar fuerza muscular y, de esta manera, intentar conseguir volver a caminar. Estos ejercicios se pueden realizar tanto de pie como sentados, graduando la actividad dependiendo del cansancio o de la fatiga que tenga la persona.
“Lo ideal es hacerlo de pie ya que el hecho de sujetar la pelota e ir colocando los aros, requiere un eje que ya es importante a nivel cognitivo para que esa persona sea capaz de hacerlo, aparte de la parte física y funcional. También implica fuerza, coordinación y concentración. Se trabajan muchos componentes con estas actividades”, comenta la profesional.
Calidad de vida y satisfacción personal
En algunos pacientes las secuelas del Covid los han llevado de vuelta al hospital, lo que ha supuesto una disminución importante en su autonomía para las actividades de su vida diaria. Por eso, a Cecilia trabajar con los residentes día tras día pudiendo comprobar su mejora funcional y física, la llena de orgullo como terapeuta y como persona. “Ver que los pacientes ponen todo de su parte en las sesiones me ayuda mucho a ponerles nuevos retos y ejercicios y aumentarles la dificultad en la tarea, que sé que les va a costar, pero lo van a conseguir”.
Después de un año tan difícil para todos, en el que no había certezas de cómo se iba a superar esta situación, la mejora continua de aquellos pacientes que han superado la enfermedad a través de estos ejercicios supone una enorme satisfacción de todos los que forman parte del equipo de rehabilitación post-Covid.
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