La rehabilitación para personas mayores es un método de intervención para la mejora de la calidad de vida del anciano que presenta ciertas limitaciones funcionales consecuencia del propio envejecimiento o debidas a una enfermedad. Son llevadas a cabo por un equipo multidisciplinar integrado por profesionales de distintos niveles asistenciales. Entre los especialistas suelen encontrarse facultativos médicos y de enfermería, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, psicólogos o logopedas, entre otros, encargados de tratar al paciente.
Objetivos de la rehabilitación en la tercera edad
Los objetivos de la rehabilitación en la tercera edad son los siguientes:
- Retrasar el deterioro acrecentando el equilibrio biosocial
- Aumentar el grado de independencia y autonomía en las actividades de la vida
- Combatir las incapacidades y dificultades en su vida diaria
- Enseñar cómo utilizar capacidades residuales
- Evitar complicaciones futuras a nivel físico y psicológico o emocional
- Incrementar la movilidad articular y la fuerza muscular
- Mantener el grado de flexibilidad, resistencia y coordinación en lo cotidiano
- Disminuir los sentimientos de minusvalía
- Aliviar los dolores del sistema osteomioarticular
- Favorecer la recuperación tras una lesión
- Mejorar la calidad de vida y el bienestar
¿Qué tipo de rehabilitación puede recibir el adulto mayor?
En este sentido, los procesos de rehabilitación varían según el adulto mayor, ya que los tratamientos deben adecuarse a cada caso en relación con los objetivos saludables que se busca alcanzar. A pesar de que a partir de los 60 años la rehabilitación aborda principalmente los problemas locomotores, existen diferentes tipos de rehabilitación y se pueden llevar a cabo en estancias temporales en residencias y centros de día, como es el caso de Amavir donde, de la mano de un equipo especializado, integrado y multidisciplinar se trabaja para tratar de mejorar la calidad de vida del residente.
Rehabilitación de fracturas
Las fracturas son muy frecuentes en las personas de la tercera edad. Sus causas suelen ser caídas y, en ocasiones, el daño de estas se vincula con la presencia de osteoporosis (disminución de la masa ósea y aumento de la fragilidad de los huesos). En la rehabilitación de las lesiones traumatológicas que acaban en ruptura es fundamental favorecer la consolidación de la fractura para disminuir las complicaciones relacionadas con la rigidez.
También es importante fortalecer la musculatura y reeducar los movimientos que se han visto afectados. Para ello, las rutinas de envejecimiento activo son una buena herramienta previa para tener un cuerpo saludable, con la movilidad y la fuerza adecuada a cada una de las personas.
Rehabilitación de cadera
En línea con lo anterior, las fracturas de cadera son recurrentes. Durante los últimos años ha habido un incremento exponencial de casos, llegando a ser un problema de salud con relevante mortalidad asociada. Por ello, es crucial que el proceso de rehabilitación de la cadera comience rápidamente tras la lesión y que el tratamiento tanto médico, como físico se adecue a las capacidades de la persona mayor, manteniendo la máxima autonomía posible en sus actividades diarias. Por eso, para lograr resultados óptimos, el equipo de medicina y de enfermería debe estar coordinado con el de fisioterapia y el de terapia ocupacional para garantizar una recuperación satisfactoria.
Rehabilitación de Ictus
A partir de los 55 años aumenta la posibilidad de sufrir un ictus, pero también hay otros factores de riesgo como la tensión, la diabetes, fumar y beber, entre otros.
Los accidentes cardiovasculares se producen por afecciones como rupturas o taponamientos en los vasos que transportan la sangre al cerebro, esto deriva que el oxígeno no llegue al órgano y que los nutrientes en las células nerviosas sean insuficientes.
En algunos casos, tras sufrirlas pueden aparecer secuelas como problemas cognitivos, trastornos emocionales o difícil del lenguaje, lo cual disminuye la calidad de vida de la persona. Este tipo de rehabilitación suele ser abordada desde diferentes disciplinas y el tratamiento suele ser neuropsicológico, se optimizan las funciones cognitivas de la persona y se trabajan las que presentan daño.
Rehabilitación de demencias
Las demencias son comunes en la tercera edad y su complejidad requiere de un equipo especializado para la rehabilitación. Se trata de la pérdida gradual y permanente del correcto funcionamiento cerebral y está causado por alteraciones de la circulación sanguínea en diferentes partes del cerebro.
La rehabilitación de demencias se basa en mejorar la calidad de vida del paciente y su entorno cercano y, a su vez, potenciar y estimular la actividad físico-cognitiva adaptada para retrasar el proceso degenerativo.
Rehabilitación de Alzheimer
Se trata de la primera enfermedad neurodegenerativa más común en los ancianos y produce un deterioro cognitivo progresivo. Se atribuye al envejecimiento y es una de las principales causas de dependencia de las personas mayores.
Las intervenciones efectivas con urgencia son fundamentales para reducir la sintomatología de la demencia. Si bien es cierto que suele complementarse con fármacos, la rehabilitación y el entrenamiento cognitivo son fórmulas no farmacológicas usualmente empleadas que tienen como finalidad ayudar a los pacientes que recientemente han desarrollado esta patología a aprovechar su memoria y trabajar su atención.
Mediante la práctica guiada por profesionales de unas tareas como asimilar nueva información o hacer al cerebro trabajar en la resolución de problemas, se refuerzan estas funciones cognitivas.
Rehabilitación de Parkinson
El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común en los mayores y se estima que afectará al 22% de la población mundial entre 2015 y 2050. Esta patología crónica se caracteriza por afectar al sistema motor (temblores, rigidez o lentitud de movimientos) y al no motor (se puede desarrollar, depresión, demencia o trastornos del sueño).
La rehabilitación para el Parkinson busca que las funciones motoras de la persona sean óptimas y que las dificultades asociadas se reduzcan mediante ejercicios físicos y ocupacionales.
Importancia de la rehabilitación en residencias de mayores
Es importante que la rehabilitación de los mayores sea preferiblemente en residencias o centros de día con profesionales especializados en cada uno de los casos. Que un equipo de expertos lleve un seguimiento riguroso, tanto del estado del residente como de sus avances en el tratamiento, puede marcar la diferencia en relación con la mejora de la calidad de vida y el bienestar de la persona mayor.
Dentro de los servicios de residencias Amavir se incluye el de rehabilitación muy utilizado, sobre todo, en las estancias temporales por recuperación de caída, motivo muy frecuente de este tipo de permanencias en los centros, al contar con un equipo de profesionales que acompaña al residente durante todo el proceso de rehabilitación.