La risperidona es un medicamento antipsicótico utilizado en el tratamiento de trastornos mentales graves, como la esquizofrenia y la manía. También se prescribe en personas con demencia, como en el caso del alzhéimer, para reducir la agresividad y la agitación severa que pueden derivarse de estas enfermedades.
En Amavir, queremos ayudaros a resolver las dudas más frecuentes sobre su uso, proporcionando información clara y accesible para una mejor comprensión de su administración y efectos.
¿Qué es la risperidona y para qué se usa en ancianos?
Se trata de un antagonista monoaminérgico selectivo con propiedades únicas. Se utiliza en ancianos especialmente para controlar los síntomas de demencia senil agresiva. Además de ser un antipsicótico, calma a los pacientes y los ayuda a dormir.
Mecanismo de acción de la risperidona
La risperidona es un antipsicótico atípico que actúa bloqueando los receptores de dopamina y serotonina en el cerebro, lo que contribuye a reducir los síntomas de trastornos psicóticos y alteraciones del comportamiento. Se administra por vía oral y tiene una alta afinidad por los receptores serotoninérgicos 5-HT2 y dopaminérgicos D2, lo que le permite regular de manera efectiva el equilibrio de estos neurotransmisores, mejorando el bienestar del paciente.
¿En qué casos se receta risperidona a las personas mayores?
Se prescribe principalmente para tratar los síntomas de demencia, esquizofrenia y trastornos psicóticos en personas mayores, especialmente en aquellos casos asociados a estos cuadros clínicos. Además, la risperidona puede ser indicada para reducir la agresividad y la agitación severa en pacientes geriátricos, mejorando su bienestar y calidad de vida. También ayuda a calmar la ansiedad en personas mayores, promoviendo una mayor estabilidad emocional
Diferencia entre la risperidona y otros antipsicóticos
A diferencia de los antipsicóticos convencionales, la risperidona presenta un menor riesgo de efectos extrapiramidales, como temblores o rigidez muscular. Clínicamente, la risperidona puede ser tan eficaz como el haloperidol en dosis altas, pero con la ventaja de causar menos efectos secundarios, lo que la convierte en una opción más tolerable para los pacientes.
Usos de la risperidona en ancianos
Los pacientes geriátricos tienen una mayor predisposición a experimentar efectos secundarios extrapiramidales, como la disquinesia tardía, que puede manifestarse con movimientos involuntarios persistentes, difíciles de controlar y, en algunos casos, irreversibles. La risperidona, en cambio, parece provocar menos de estos efectos secundarios, lo que hace que, en ciertos casos, los médicos opten por prescribirla.
Como se mencionó previamente, este medicamento es especialmente útil para ayudar a cuidar a un enfermo de Alzheimer que presente síntomas psicóticos, ya que contribuye a controlar su comportamiento y a mejorar su calidad de vida.
Tratamiento de la demencia y síntomas conductuales
Aunque la risperidona se emplea en casos de demencia con alteraciones conductuales graves, como agresividad y episodios de agitación extrema, su uso debe ser cuidadosamente supervisado debido a los posibles efectos secundarios que puede ocasionar.
Tratamiento de la esquizofrenia y trastornos psicóticos
En personas mayores con esquizofrenia o psicosis, la risperidona contribuye a disminuir los síntomas de delirios y alucinaciones, lo que mejora su calidad de vida y favorece una mayor interacción y adaptación con su entorno.
Aplicación en casos de ansiedad y agitación en personas mayores
La risperidona es el único antipsicótico atípico aprobado para el tratamiento de la agresión persistente en pacientes con demencia tipo Alzheimer que experimentan altos niveles de ansiedad y agitación. Está indicada para el tratamiento a corto plazo y se asocia con una mejora en la agitación acompañada de agresividad. Sin embargo, no muestra eficacia en casos de agitación sin agresividad.
Beneficios de la risperidona en personas mayores
Este medicamento, a pesar de algunas contraindicaciones, ofrece un beneficio significativo en personas mayores con Alzheimer y demencia, mejorando su calidad de vida y reduciendo su ansiedad.
Mejoras en la calidad de vida y bienestar
Al reducir la agresividad y la agitación, la risperidona favorece una vida más estable y tranquila tanto para los pacientes como para sus cuidadores.
Reducción de episodios de ansiedad y agitación
Los estudios demuestran que este medicamento es eficaz en la reducción de episodios de ansiedad y agitación, convirtiéndola en un tratamiento valioso para mejorar el bienestar de los pacientes.
Precauciones y efectos secundarios en ancianos
Es importante tener en cuenta que la risperidona puede generar efectos adversos con frecuencia, aunque, en la mayoría de los casos, son leves y transitorios. Solo entre el 2 % y el 5 % de los pacientes tratados con este medicamento se ven obligados a suspender el tratamiento debido a efectos secundarios.
Riesgos asociados al uso prolongado
El uso prolongado de risperidona puede aumentar el riesgo de efectos secundarios graves, como deterioro cognitivo y problemas cardiovasculares. En pacientes con demencia, también puede incrementar el riesgo de episodios isquémicos cerebrales, incluyendo accidentes cerebrovasculares, algunos de los cuales pueden ser fatales.
Efectos adversos más comunes
Los efectos secundarios más comunes incluyen somnolencia y dificultades de movilidad. También pueden presentarse dolores de cabeza y síntomas similares a los del Parkinson, como movimientos lentos, rigidez muscular o sensación de parálisis al moverse. Para reconocer estos síntomas y saber cómo actuar en caso de que se presenten, les recomendamos leer este artículo sobre cómo cuidar a personas con Parkinson.
Relación entre risperidona y mayor riesgo de caídas
Al afectar el equilibrio y la movilidad, la risperidona puede incrementar el riesgo de caídas en personas mayores, lo que puede derivar en fracturas y complicaciones graves.
Recomendaciones para el paciente y su entorno
El apoyo familiar es fundamental. Los cuidadores y familiares deben proporcionar un entorno seguro y de apoyo, manteniendo una comunicación constante con el equipo médico para llevar a cabo una evaluación continua del tratamiento.
Señales de alerta ante efectos secundarios
Es crucial que los familiares y cuidadores estén atentos a signos como somnolencia excesiva o dificultades para moverse, y los informen al médico de inmediato. Además, dado que la risperidona puede incrementar el riesgo de caídas, es importante estar familiarizados con las medidas preventivas para intentar evitar caídas en personas mayores.
Importancia del acompañamiento familiar y profesional
Se deben realizar controles periódicos para evaluar la eficacia del fármaco y ajustar la dosis si es necesario. En los centros de día pueden supervisar el tratamiento y contactar con el médico especialista en caso de nuevos síntomas.