Cuando una persona necesita acceder a una residencia de mayores, comienza el paso de buscar el centro más adecuado acorde a su necesidad. Para ello es fundamental conocer los tipos de residencias de ancianos que hay y los tipos de plazas que existen, así como las principales diferencias que hay entre las mismas.
En las residencias de ancianos de Amavir ofrecemos atención integral e individualizada para la tercera edad, buscando que cada mayor reciba los cuidados necesarios con respecto a su situación, necesidades y preferencias, potenciando su autonomía y ralentizando el deterioro cognitivo. De esta forma, nuestro equipo geriátrico cubre las necesidades individuales de cada residente atendiendo a su estado físico y psíquico y, por tanto, prestando atención a las personas con cualquier nivel de dependencia.
En España, existen diferentes tipos de residencias para mayores, aunque para saber cómo elegir una residencia es fundamental conocer qué diferencias hay entre ellas y cuáles son sus características. Las residencias suelen agruparse según criterios como titularidad, dependencia, diseño o servicios que ofrecen.
Tipos de residencias de ancianos según su titularidad
Según su titularidad, las residencias se clasifican de la siguiente manera:
Residencias públicas
Estas residencias dependen de organismos públicos, por lo que se encuentran gestionadas por cada comunidad autónoma o bien por el ayuntamiento correspondiente. Por ello, para poder acceder a las mismas, se debe de cumplir con ciertos requisitos, tales como:
- El interesado debe tener más de 65 años, o bien 60 si su dependencia es de grado moderado o grave.
- Que el demandante no requiera atención sanitaria que requiera de hospitalización ni sufra de trastornos conductuales severos.
- Debe estar empadronado, al menos durante los dos últimos años, en el municipio donde se ubica la residencia.
- No debe haber recibido ninguna sanción en alguna otra institución gestionada por la comunidad autónoma o el ayuntamiento.
- Que sea pensionista dentro del sistema público de pensiones, cónyuge de un pensionista o bien tenga derecho a las prestaciones sociales establecidas por la ley o convenio internacional del IMSERSO.
Por otro lado, cabe resaltar que, dado que este tipo de residencias suelen ser más económicas que las privadas, la demanda para las mismas suele ser muy alta. A consecuencia de esto, las listas de espera suelen ser mucho más largas. Por ello, muchas familias que requieren un ingreso en una residencia con mayor urgencia, terminan optando por las privadas.
Residencias privadas
En este caso, hablamos de residencias de ancianos gestionadas por una empresa privada, lo que conllevará una cuota que se deberá cubrir mensualmente. También existen una serie de requisitos de acceso que dependen de las condiciones que establezca cada centro.
El precio de estas residencias de ancianos privadas variará en función del grado de dependencia de la persona mayor, del tipo de habitación que solicite o de los servicios que se necesiten. De esta forma, la diferencia principal entre una residencia pública y privada es la titularidad del centro, aunque ésta no interfiere en la calidad del servicio.
Residencias concertadas
Por su parte, las residencias de ancianos concertadas son centros gestionados por empresas privadas donde existen plazas reservadas para la Administración Pública. Para poder acceder a estos centros, los ancianos también deberán cumplir con unos requisitos reflejados en la Ley de Dependencia, iguales o similares a los de las residencias públicas. En Amavir, disponemos de un gran número de plazas concertadas en nuestros centros.
Tipos de residencias de ancianos según el nivel de dependencia
Si nos centramos en el grado de dependencia con el que cuenta la persona mayor, veremos que también pueden existir variaciones, que dependerán de los siguientes aspectos:
Residencias para personas mayores autónomas
Aquí nos centramos en las residencias destinadas a aquellos mayores que pueden valerse por sí mismos, sin tener un gran nivel de dependencia en su día a día. No obstante, por circunstancias personales o familiares, estas personas no pueden vivir en su domicilio usual. Estos centros están pensados para proporcionar comodidades y accesos acordes a la edad de cada residente, sin llegar a contar con infraestructuras para personas con un grado de dependencia total.
Dentro de este tipo de residencias, podemos incluir las casas tuteladas. Los apartamentos tutelados para mayores permiten que los ancianos vivan con total independencia y privacidad, pero con la tranquilidad y seguridad que aporta contar con ciertas prestaciones. Algunos de estos servicios son, por ejemplo: servicios de medicina y enfermería, control de la medicación o conexión de alarma 24 horas, entre otros. Los apartamentos tutelados Amavir El Encinar del Rey, en Valladolid, son un ejemplo claro de este tipo de centros para mayores.
Residencias de mayores asistidas
Estas residencias están pensadas para ofrecer una atención integral a las personas mayores que sufren algún tipo de discapacidad física o cognitiva. En este caso, las instalaciones cuentan con una mayor adaptación a las necesidades de los residentes. También cuentan con un equipo médico y asistencial mayor que en otros centros.
Residencias mixtas
En estos centros existen plazas disponibles tanto para mayores autónomos, que se valen por sí mismos, como para mayores dependientes que necesitan de ayuda para desarrollar las diferentes actividades básicas de la vida diaria.
Guiados por ti: el modelo asistencial de Amavir
En Amavir, estamos convencidos de que cada uno de nuestros usuarios es protagonista de su propia historia. Por ello, nuestro modelo de atención asistencial “Guiados por ti” se fundamenta en dar visibilidad y empoderar a la persona mayor que decide o necesita acompañamiento durante este periodo de su vida, acondicionando el entorno en función de sus indicaciones, para que tenga la oportunidad de sentirse como en su propio hogar.
Una de las muchas ventajas de vivir en una residencia de mayores es que este modelo asistencial hace que la persona mayor continúe haciendo aquello para lo que cree que vale la pena, manteniendo de ese modo sus ilusiones y sueños. De esta forma, la persona decide el tipo de atención y acompañamiento que desea y la residencia se organiza para prestarle apoyo en sus necesidades de bienestar. Esto lo conseguimos a través de unos principios básicos como la individualidad, la intimidad y el empoderamiento de la persona mayor.
Todos nuestros residentes cuentan con su propio Plan de Atención Individualizado, que se llevará a cabo durante su ingreso y que se irá revisando periódicamente. Mediante este plan, buscamos que cada persona reciba la atención más adecuada a su situación, necesidades y preferencias. Mientras tanto prevenimos, mantenemos y mejoramos su estado de salud, potenciando su autonomía y ralentizando el deterioro.
Es importante recalcar que, en Amavir, disponemos de diferentes opciones para ofrecer a las familias, una alternativa disponible acorde a cada caso y que se adapta a las necesidades de cada persona. Así, en nuestros centros, disponemos de plazas individuales y dobles, además de un amplio número de plazas concertadas. También disponemos de centros de día pensados para personas mayores que deseen seguir viviendo en sus casas, mientras disfrutan de actividades en su día a día pensadas para potenciar su estado físico, cognitivo y emocional.