Doña Serapia Ugalde, nacida en 1913, vive desde hace una década en la residencia y está en plenitud de sus facultades. Su secreto de longevidad, según cuenta entre risas, es “no haberse casado”
Esta semana, Doña Serapia Ugalde Úriz, residente de Amavir Mutilva desde hace una década, ha recibido numerosos homenajes en Navarra al celebrar su 105 cumpleaños. La propia residencia le organizó una gran fiesta, en la que estuvieron presentes sus sobrinos y allegados, y el Ayuntamiento del Valle de Aranguren le dio también un homenaje al haberse convertido en la persona más longeva del municipio. Por otro lado, los medios de comunicación de Navarra, como Diario de Navarra y Diario de Noticias, entre otros, se quisieron sumar también a este reconocimiento y le dedicaron amplias noticias en sus páginas.
A sus 105 años (nació el 3 de septiembre de 1913), Doña Serapia está en plenitud de sus facultades. Lee la prensa todos los días, camina sin bastón, participa activamente en las actividades de la residencia, tiene un gran sentido del humor y buen apetito y apenas ha pisado un hospital en toda su vida. El secreto de esta longevidad tan estupenda, según ella, reside en trabajar mucho y… en no haberse casado. “No me quería nadie, que era muy fea”, cuenta entre risas.
Natural del municipio de Erro, siempre vivió en Viscarret hasta que a los 50 años se trasladó a vivir a París para trabajar “a buscarse el pan”. Allí estuvo tres años, sirviendo en la casa de unos condes en frente de la torre Eiffel y sin saber ni una palabra del idioma, y después volvío a Pamplona para cuidar a su hermano y regentar una pensión para estudiantes.
Doña Serapia está muy contenta en la residencia. Se siente acompañada y muy querida. Y todos los profesionales del centro y también sus compañeros están encantados de tenerla entre ellos. Ahora, como dice ella, habrá que ir preparando la fiesta para los 110 años.