Las caídas son la segunda causa mundial de muerte por lesiones accidentales. Se calcula que anualmente mueren en todo el mundo unas 646.000 personas debido a caídas. De todos estos accidentes mortales, la mayoría se dan en personas mayores de 65 años. ¿Influye entonces la edad en la gravedad de éstos? En parte, el riesgo de sufrir una caída aumenta considerablemente en la gente mayor, debido a un lógico deterioro físico, sensorial y cognitivo. No obstante, muchas de estas situaciones se podrían evitar fácilmente aplicando una correcta prevención en el día a día.
Si quieres saber cómo evitar caídas en personas mayores, en este artículo del blog de Amavir, te contamos todo lo que necesitas saber. ¡No te lo pierdas!
Las consecuencias que no sabemos…
Cada año se producen más de 37 millones de caídas cuya gravedad requiere atención médica. Pese a la importancia del tema, el número de estudios sobre su impacto socioeconómico es muy limitado, a diferencia de todo lo que nos llega sobre los accidentes de tráfico o los accidentes laborales. Muy poco se habla de las graves consecuencias derivadas de una caída:
– Consecuencias físicas: fracturas, traumatismos, muerte…
– Consecuencias psico-sociales: el miedo a caer de nuevo, la vergüenza, el llamado Síndrome post caída o la depresión…
– Consecuencias financieras: los costes socioeconómicos derivados de cuidados de larga duración tras caídas han ascendido a los 781 millones de euros en España, lo que representa un 0,07% del PIB.
Cómo evitar caídas en personas mayores: El poder del ejercicio físico
Las caídas en personas mayores son un problema de salud pública importante, con consecuencias que pueden ir desde lesiones leves hasta fracturas graves e incluso la muerte. Afortunadamente, el ejercicio físico es una herramienta poderosa para prevenir caídas y mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.
¿Por qué es tan importante el ejercicio físico?
El ejercicio físico regular fortalece los músculos y huesos, mejora el equilibrio y la coordinación, y aumenta la flexibilidad. Todos estos factores son cruciales para reducir el riesgo de caídas.
- Fortalecimiento Muscular: Los músculos fuertes proporcionan un mejor soporte al cuerpo y ayudan a mantener el equilibrio, lo que reduce el riesgo de tropiezos y caídas.
- Mejora del Equilibrio: El entrenamiento del equilibrio ayuda a los adultos mayores a mantener una postura estable y a reaccionar rápidamente ante situaciones que podrían provocar una caída.
- Aumento de la Flexibilidad: La flexibilidad permite un rango de movimiento más amplio, lo que facilita la realización de actividades cotidianas y reduce el riesgo de lesiones por caídas.
- Prevención de la Osteoporosis: El ejercicio físico, especialmente el entrenamiento de fuerza, ayuda a mantener la densidad ósea y a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas.
Tipos de ejercicio recomendados
- Ejercicios de fuerza: Levantar pesas ligeras, usar bandas de resistencia o realizar ejercicios con el propio peso corporal ayuda a fortalecer los músculos de las piernas, los brazos y el tronco.
- Ejercicios de equilibrio: Caminar sobre una línea recta, pararse sobre un pie o practicar Tai Chi son excelentes formas de mejorar el equilibrio.
- Ejercicios de flexibilidad: El yoga, el Pilates y los estiramientos suaves pueden ayudar a aumentar la flexibilidad y el rango de movimiento.
- Actividades aeróbicas: Caminar, nadar o bailar son actividades aeróbicas de bajo impacto que mejoran la salud cardiovascular y fortalecen los músculos.
Consejos para empezar…
- Consulta médica: Antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, es importante consultar con un médico para determinar qué tipo de actividad es segura y adecuada para cada persona.
- Comenzar lentamente: Es recomendable comenzar con sesiones de ejercicio cortas y de baja intensidad, aumentando gradualmente la duración y la intensidad a medida que se fortalece el cuerpo.
- Encontrar un compañero: Hacer ejercicio con un amigo o familiar puede ser más divertido y motivador.
- Hacerlo divertido: Elegir actividades que disfrutes hará que sea más fácil mantener el hábito del ejercicio.
El ejercicio físico es una inversión en la salud y la independencia de las personas mayores. Al fortalecer los músculos, mejorar el equilibrio y aumentar la flexibilidad, el ejercicio puede reducir significativamente el riesgo de caídas y mejorar la calidad de vida. ¡No esperes más para empezar a moverte!
La importancia de evitar una caída antes de que suceda
Atendiendo a sus consecuencias, está claro que una caída en una persona mayor casi nunca es «solo una caída». Cada 5 minutos una persona mayor de 65 años acaba en urgencias como consecuencia de una caída. Por ese motivo, es esencial atajar el problema de raíz y evitar esa caída antes de que suceda. Y para ello hay que ser capaz de reconocer los posibles factores de riesgo. Algunos son más obvios que otros, pero es necesario recordarlos cada día para que no bajemos la guardia nunca:
Factores físicos (relacionados con la persona)
– Dificultades con las funciones cognitivas como la atención, la concentración, la orientación.
– La falta de equilibrio.
– El sentimiento de vulnerabilidad por haberse caído antes.
– Mareos cuando se levanta demasiado rápido.
– Disminución de la conciencia y desorientación, rasgos muy característicos de las personas que sufren Alzheimer u otro tipo de demencia.
– Incontinencia.
– El deterioro de la audición y la visión.
– Artritis y problemas articulares.
– Desnutrición.
– Dolor crónico…
Factores ambientales (relacionados con el entorno)
– Suelos húmedos o resbaladizos tanto en el interior como en el exterior.
– Zapatos que no ofrecen ni agarre ni estabilidad.
– Muebles inestables sin agarre, alfombras sueltas.
– Inexistencia de puntos de apoyo por la casa, sobre todo en el baño.
– Lugares en la casa o al aire libre que no están suficientemente iluminados.
– El tráfico inestable fuera puede causar estrés y desorientación.
– En el exterior, desniveles en aceras, baldosas sueltas, por ejemplo.
Todos los centros de Amavir están diseñados para que las personas que hayan sufrido alguna caída puedan recuperarse de manera exitosa con nuestro programa de estancias temporales en residencias de mayores, acompañados en todo momento por un equipo de profesionales.
Adaptación del entorno de las residencias para prevenir caídas en personas mayores
Las residencias de mayores son espacios diseñados para garantizar el bienestar y la seguridad de las personas mayores, pero incluso en estos entornos adaptados, las caídas representan un riesgo importante. La prevención es fundamental para evitar lesiones y mejorar la calidad de vida de los residentes. A continuación, exploramos las mejores prácticas para reducir este riesgo.
Evaluación del entorno en la residencia de mayores
Realizar una evaluación exhaustiva de las instalaciones permite identificar y abordar posibles factores de riesgo:
- Iluminación adecuada: Asegúrate de que todas las áreas comunes, pasillos y habitaciones de los residentes estén bien iluminadas, incluyendo luces nocturnas para facilitar el movimiento durante la noche.
- Pavimentos seguros: Los suelos deben ser antideslizantes y estar en buen estado. Es importante evitar alfombras móviles o irregularidades que puedan provocar tropiezos.
- Mobiliario adaptado: Las sillas, camas y mesas deben ser estables y tener una altura adecuada para facilitar el uso por parte de los residentes. Evita muebles con esquinas afiladas y asegúrate de que estén distribuidos para permitir un flujo libre de movimiento.
Uso de dispositivos de asistencia
Las ayudas técnicas desempeñan un papel crucial en la prevención de caídas en residencias:
- Pasamanos y barandillas: Instala pasamanos en pasillos, baños y escaleras para brindar apoyo adicional a los residentes.
- Sillas y camas ajustables: Proporciona camas ajustables en altura para facilitar las transferencias y sillas con apoyabrazos que ofrezcan estabilidad.
- Equipamiento antideslizante: Coloca alfombrillas antideslizantes en áreas húmedas, como baños y duchas, para evitar resbalones.
Implementación de programas de ejercicio físico
El ejercicio regular no solo mejora la salud general de los residentes, sino que también fortalece los músculos, mejora el equilibrio y aumenta la flexibilidad, reduciendo así el riesgo de caídas:
- Clases de equilibrio y fuerza: Organiza sesiones grupales de ejercicios que incluyan actividades como el Tai Chi o entrenamiento con bandas de resistencia.
- Rehabilitación personalizada: Diseña programas de fisioterapia adaptados a las necesidades de cada residente para abordar problemas específicos como la debilidad muscular o la falta de coordinación.
Supervisión activa y protocolos de seguridad
La vigilancia y la implementación de protocolos claros son esenciales para prevenir caídas:
- Supervisión adecuada: Asegúrate de que el personal esté debidamente capacitado para supervisar y asistir a los residentes en actividades cotidianas, como caminar o desplazarse.
- Protocolos en emergencias: Establece un protocolo claro para actuar rápidamente en caso de una caída, minimizando el impacto de posibles lesiones.
Educación y concienciación en residencias de mayores
Formar al personal, a los residentes y a sus familias sobre los riesgos de caídas y las medidas preventivas es clave para crear un entorno más seguro:
- Capacitación del personal: Proporciona formación continua sobre las mejores prácticas en prevención de caídas, manejo de residentes y uso de equipos de asistencia.
- Concienciación de los residentes: Organiza talleres educativos para fomentar hábitos preventivos, como el uso adecuado del calzado, la importancia de no apresurarse al caminar y cómo pedir ayuda cuando sea necesario.
Prevenir depende de todos…
Como apunta la guía de prevención de caídas publicada por Stannah, cerca de un 35% de las personas mayores se caen en casa por lo menos una vez al año. ¿Cómo podemos revertir estos porcentajes entre todos y preocuparnos por ello, sin embargo, la prevención de nuestros mayores es un asunto de todos. Es toda una operación que conlleva implementar estrategias preventivas, la capacitación de los adultos mayores y la creación de entornos más seguros, dentro y fuera de sus casas. Conocer las medidas de prevención de caídas y sus múltiples casuísticas puede salvar vidas.
Conclusión: La prevención de caídas en Amavir, un compromiso con la seguridad y el bienestar
En Amavir, entendemos que las caídas en personas mayores no son un simple accidente, sino eventos que pueden tener un impacto significativo en la salud física y emocional. Por eso, en nuestras residencias trabajamos cada día para ofrecer un entorno seguro y adaptado, con medidas diseñadas para minimizar riesgos y promover la independencia de nuestros residentes.
Desde la evaluación constante de nuestras instalaciones hasta la implementación de programas personalizados de ejercicio y rehabilitación, nuestras residencias están preparadas para prevenir caídas de manera efectiva. Además, nuestro equipo de profesionales se dedica a educar, acompañar y supervisar a cada persona, garantizando su bienestar en todo momento.
Prevenir caídas no solo salva vidas, sino que también permite a las personas mayores disfrutar de una mejor calidad de vida, con confianza y seguridad. En Amavir, nuestro compromiso es cuidar de ellos, asegurando que cada día sea más seguro, pleno y feliz. Porque prevenir caídas no es solo una prioridad; es nuestra responsabilidad como líderes en el cuidado de mayores.